CAPÍTULO 2

21 3 1
                                    


Mirar cada presa que pasa alado mío es lo mas excitante, voltear a verle su parte de atrás es reventar de cosquilleos en mis partes íntimas, las mujeres es el postre más delicioso de este planeta. Existirán más mujeres así en otros? No lo creo..

Bajo del auto colocandome unas gafas oscuras, me encuentro en la Universidad entregando mis últimos proyectos a una maestra que me trae loco, pero no del todo, soy un tipo jodidamente maldito con todas pero respeto a las que tienen a sus crías. Bueno depende la edad, eso también importa muchísimo, para mí.

Camino en dirección a rectorado a buscar a mi presa, que diga a mi maestra, voy pasando en un lugar en donde están muchas parejas enamoradas, Bueno, no tanto ya que están pegándole el ojo a un muñeco tan guapo y sí, ese soy yo.

Voy llegando a la oficina de mi querida y la mas deseada de esta puta Universidad, la profesora Alicia, paso empujando la puerta y la cierro colocándole el seguro, la "señorita Alis", como le dicen todos menos yo, para mi es Alicia. Se levanta muy excitada de la silla que acompaña su escritorio, se acerca hacia a mi.

Lo que mis ojos están viendo es el bendito cielo, su maldito escote en su pecho y su bendita falda corta, mi pequeño amigo empieza a levantarse, se encuentra tan desesperado por ingresar al paraíso.

Alicia se acerca más hacia a mi y empieza a besarme apasionadamente, su lengua hace un paseo dentro de mi boca, sus manos pasa por mi cuello y hala mi cabello como una fiera, para nosotros ésto ya no es una niñeria hacer este tipo de juegos.
La levanto y la llevo encima del escritorio, las cosas que se encontraban encima de él, están rodando por el piso, Alicia abre sus piernas, la tipa ya estaba preparada a lo que se venía, no trae puesto su ropa interior, sonrío un poco, pero regreso a mi seriedad, saco mi camisa de color violeta desgastada, Alicia pasa sus manos alocada en mi abdomem, retiro su blusa tan excitante dejándola en Braga y falda.

Seguimos en besos tan bestias, Alicia empieza a desesperarse sacando mi cinturón y abriendo mis pantalones, el tipo ha salido de su cárcel, Alicia sube su falda dejando ver su sexo, mi amigo se desespera al ingresar, de inmediato me protejo e ingresa a su paraíso, Alicia empieza a gemir abriendo más sus piernas de lo normal, yo disfruto al verla como se estremece, empiezo a besarle el cuello, rasguña mi espalda, paso mis manos por su trasero, bajo mi boca hasta llegar hacia sus bubis, las chupo como un animal chupa la sangre de sus presas. Alicia está muy excitada, su rostro y gemidos lo dicen todo.

La giró de espalda para tenerla en otra posición, su cabello suelto excita mas. Empiezo a tener un orgasmo fuerte pero estoy intentando en no venirme pero me es imposible, todo ésto ha estado muy rico, que me vine de inmediato.

Alicia sonríe al ver mi cara de excitado.

—Es así como saludas guapo. —Sonrío.

—Es así como tu me has saludado. —Respondo, mientras me separó de ella y camino hacia el baño.

La suerte de este baño es que es compelto, me doy un mini baño y salgo, ya Alicia había ordenado todo lo que se había caído, encima de él hay un café, tomo mi proyecto y lo colocó encima de su escritorio. Me siento y espero que Alicia regrese.
Escucho que abren la puerta y es ella...

—El café es tuyo... —Dijo Alicia, entrando a la oficina.

—No me apetece, muchas gracias. —Le dije mirándola muy serio y me levanto. —Aquí está mi proyecto.

—Muchas gracias guapo, ya has pasado. —Dice sonriendo.

—No has revisado mi proyecto.

—Pasaste la prueba, desde que entraste aquí.

—Alicia revisa mi proyecto y mañana vendré por mis resultados.

No dijo nada más y salí de la oficina, hoy es un día grandioso, tomare un poco de tiempo para mi y prepararme para...
Saco mi móvil y veo un mensaje de papá.
"Hijo te espero en mi oficina en treinta minutos"

Se acaba de joder mi día....

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 02, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ARENA AZULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora