A la siguiente semana de aquel suceso en donde solté tu mano, comencé a sentir una gran paz interior y eso me hacía sentir bien y me confirmaba que había dado el paso correcto. Una tarde me encontraba caminando hacia mi casa, cuando de repente veo a un indefenso cachorro tirado en la calle, parecía que llevaba un tiempo razonable sin alimentarse, ya que su cuerpo estaba delgado y las costillas marcadas bajo su piel lo delataba. Poco a poco comencé a acercarme a él, pero el pobre animalito inició a asustarse por mi cercanía, retrocediendo lentamente, pero me agaché hasta quedar a su nivel y poder acercar mi mano mostrándole que no le haré daño. El cachorro al ver mi gesto se asustó más mientras le decía “tranquilo amiguito, no te haré nada malo, solo quiero cuidarte”. Respondió de buena manera, de forma lenta se acercó a mí, mientras movía su cola.
—¿Cómo es posible que te hayan abandonado, siendo tan bonito? —mencioné algo triste, ya que sabía que no era el único animalito que era botado en la calle, sino que había más como él en el mundo y más en este país —. Ya sé que haré —dije mientras me levantaba y agarraba el cachorro entre mis brazos —, te llevaré a mi casa, te cuidaré, serás mi mascota —comenté mientras acariciaba suavemente su cabecita, y en la forma que se acurrucó entre mis brazos, pareció entender lo que le dije, adicional a que su colita la movía con emoción, provocando que riera feliz.
Una vez que llegué a casa, entré con mi nueva mascota dirigiéndome directo al cuarto de baño, ya que el perro olía a diablos.
—Bien Toby, es hora de tu primer baño —sujete al cachorro y lo metí en la tina riendo por como trataba de salir, sin poder lograrlo, ya que era de gran de tamaño y él un pequeño cachorro, lo que causaba mucha ternura en mí.
—Vamos a ver si continúa oliendo mal —tomé a Toby en mis manos para comprobar si continuaba con ese mal olor y fue lo peor que pude hacer, continuaba apestando —. Iiuugg Toby, sigues apestoso, debemos usar más shampoo —.
Coloqué más shampoo en mi manos e inicié a frotarlo en el cachorro, hasta que vi abundante espuma. Lo enjuague y esta vez el aroma era del shampoo y su pelaje estaba suave y aroma a coco.
—Perfecto, ya hueles bien. Ahora vamos a sacarte de la tina y a secarte.
Comencé a secar a Toby, y una vez que lo tuve fuera de la tina, escuché que la puerta principal fue abierta.
—Alex, ¿y ese perrito de quién es? —escuché que me dijeron desde la puerta causando un sobresalto, haciendo que soltara nuevamente a Toby en la tina, el cual se quejó con un aullido, para luego gruñir a Dylan.
—¡Toby silencio! que el es tu padre —dije haciendo callar a mi mascota, la cual me hizo caso sorprendiendome.
—Y bien…, ¿me dirás de quién es el famoso Toby? —me dijo otra vez Dylan, pero esta vez acorralandome contra la tina, logrando que cayera en el interior de esta junto a Toby, mojandome toda la ropa.
—Malooo, luego dices que yo soy quien comienza —hice un puchero —. Y él, es Toby, mi mascota —señalé al cachorro —. Lo encontré en la calle…
Y no logré terminar, ya que Dylan me tenía acorralado los labios con los suyos en un demandante beso lleno de pasión, al cual le correspondí.
—No es necesario que me expliques todo —me dijo al separarse del beso por falta de aire —. Vi cuando levantabas al animalito y lo traías a casa, y lo demás lo intuí, ya que se tienes un gran corazón, como se que los animalitos son tu gran debilidad, al igual que los niños —comenzó a decir haciéndome sonrojar enteramente —. Amo ver ese sonrojo, porque se que así sigues conservando tu inocencia —terminó diciendo, para besarme con delicadeza, a lo que lo sujeto de su saco y lo hago caer a la tina conmigo.
—¡Alex eso no es justo! —dijo haciéndome un puchero.
—¿Qué no es justo? —pregunté —, mírame a mí, quedé completamente empapado —reí levemente —; además ni que fueras bruja para que le tengas miedo al agua.
—Vale, vale, ven sécate un poco y seca a… —se quedó pensativo —, ¿cómo dijiste que se llama?
—Se llama Toby —le dije mientras salía de la tina con el cachorro en brazos.
—Bien Toby, bienvenido a la familia —habló Dylan acariciando al cachorro suavemente en su cabecita y él respondió lamiendo la mano de Dylan.
—Aww, mas tierno no puedes ser —dije mirando a mi perrito, que comenzó a temblar por el frío que hacía —. Mejor te secaré y luego dormirás en la cama, ya que Dy dormirá fuera de ella —me reí.
—¿Por qué? ¿Ahora qué hice? —preguntó Dylan entre pucheros.
—Nada, nadita, solo bromeaba, tontito —respondí, besando su puchero.
—Te amo mi niño —le dije al salir del baño. Una vez Toby seco, me dispuse a buscar ropa (ya que aun estaba empapado gracias a Dylan) y me cambié lo más rápido posible y así dedicarme a jugar con Toby en la cama —Dylan ¿no sabes dónde quedó ese colchón que teníamos de más? —grité desde la habitación.
—Está en el sótano amor —me dijo él desde la cocina ya que se había cambiado de ropa en el baño.
—¿Puedes traerlo? es que estoy ocupado —dije acariciando a Toby, que se había dormido en la cama, y no podía dejarlo de ver, por lo tierno que se veía.
—Está bien —dijo Dylan.
-Dylan-
Tardé unos veinte minutos en buscar ese colchón, hasta que lo encontré, dejándolo en la sala para ir a buscar a mi pareja. Al llegar a la habitación no pude quedar más enternecido con la escena que vi, Alex dormido con su nuevo perrito, el cual se despertó al verme, comenzando a mover su colita.
—Duerman mis amores —dije mientras acariciaba la cabeza de Toby, para que siguiera durmiendo. Mientras me separe, para ir en busca de una frazada y así tapar a ambos —. Buenas noches mi amor —bese dulcemente sus labios, acostándome cuidadosamente para así descansar con ellos, ya que tuve mucho trabajo y quería dormir.
Este capítulo va dedicado a una persona muy especial para mí mi madre del corazón @ Yaritza35 , te quiero mucho mom gracias por todo 😍😘😚
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Soltar tu mano
Short StoryHistoria de amor entre hombre donde veras él.dolor de uno de ellos al decir adiós a su ser amado...