Tonto Hermano Menor

Itachi alguna vez fue niño, como todos obviamente.

Aunque era técnicamente un genio en todo lo que hacía, desde problemas matemáticos hasta el simple canto en hora de música, él sabía divertirse.

Tenia muchos amigos.
Y jugaban en todos los recesos y a veces hasta en horas de clases.

Reía mucho.

Y lloraba cuando la ocasión lo ameritaba, ya sea por algún regaño por parte de su madre o por alguna caída al descuidarse.

Ah, y también había tenido sus quereres en primaria.

Había una niña, bonita en realidad, con cabellos rubios y ojos azules, era de su misma estatura pero entraba en la sección B, mientra que él se hallaba en la A. Nunca le había hablado, solo la observaba cuando coincidían en algún lugar, o cuando aparecía del otro lado de las ventanas de su salón de clases, yendo hacia el baño o (según lo que lograba escuchar) siendo expulsada de la sala de clases por jugarle una broma a la docente. La veía desde la distancia, con su uniforme puesto, siempre un buzo azul y una remera blanca y ella siempre usaba la campera que le era bastante grande, con su cabello rubio sujeto en una coleta alta y su largo flequillo cayendo hacia un lado de su rostro, e Itachi tímido y recio se negaba a acercarse a ella para tan siquiera decir "Hola".
Le daba vergüenza, además sus amigos siempre decían que las niñas eran desagradables y él no quería llevarles la contraria.
Así que, se conformaba con verla y ya.

Y de niño también tuvo sus desilusiones...

Como cuando la niña, bonita en realidad... resultó ser un niño de nombre raro:《Deidara》

Vaya balde de agua fría se llevó.

Fue tres días de seguido a la escuela luciendo como zombi y actuando como tal. No podía comprender como le fue a gustar otro niño.

¿Eso tan siquiera era posible? Se preguntaba siempre.

Luego, ya sabiendo la verdad de que era un niño, dejó la timidez de lado y se acercó a él, dispuesto a ser su amigo.

Deidara lo despreció.

No quería juntarse con un niño tan feo y aburrido... eso fue lo que le dijo al pobre Itachi cuando éste se le acercó en el receso.

Vaya balde de agua fría se llevó... otra vez.

Pasó horas viendose en un espejo, miles de veces preguntandole a su madre, Mikoto, si era feo, al igual que a su pequeño hermanito Sasuke, quien no podía entenderle en lo absoluto, pues, apenas era un bebé. Una vez se lo pregunto a su padre... Una sola vez y nunca más. Nunca.

ㄧ Papá... ¿Tú crees que... soy feo?

Su padre, Fugaku Uchiha, se lo quedó observando con el entrecejo fruncido aquella vez...

ㄧ No.

ㄧ Entonces ¿Soy bonito? ㄧ pregunto emocionado.

ㄧ No.

La emoción se fue al subsuelo en aquel entonces.

ㄧ Entonces, sí soy feo ㄧ concluyó.

ㄧ No.

Itachi desvío la vista hacia la misma nada, intentando comprender.

¿Era feo o no?

ㄧ No te entiendo...

ㄧ Itachi, deberías dejar las banalidades ㄧ y con ello se fue.

E Itachi busco en su diccionario el significado de la palabra "Banalidad".