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Sus palabras quedaron en el aire la música de mi celular lo interrumpió nuevamente.

-Quiero... QUIERO MATAR A LA PERSONA QUE TE ESTA LLAMANDO!- 
Fastidiado rebusco rápidamente entre mi ropa el celular y sin mirar quien era la persona que llamaba contesto, mientras tanto yo luchaba por recuperar mi teléfono de sus manos. 

-Dame eso! 

Puso una de sus manos en mi boca para silenciarme, mala idea, mordí sus dedos y trate de arrancar el celular de su oreja sin éxito, termino por soltarme de golpe y caí de sentón al suelo,  intenté incorporarme cosa que me fue imposible mis piernas estaban entumecidas, mierda pensar que no llegamos hacer nada y mis piernas ya parecen de gelatina.

El muy desgraciado salió disparado a otra habitación con el móvil mientras estaba distraído batallando conmigo mismo. Sea quien sea la persona del otro lado del tubo, me meterá en serios problemas  y de ser Tachihara no quiero que le hable mal a causa de sus estúpidos celos, momento ahora lo entiendo... celos, Dazai sintió celos!..  eso es posible? 

Cuando por fin logré incorporarme salí corriendo de la habitación buscándolo.
¿Dónde está ese montón de vendas? No lo veo en ninguna parte, comencé por registrar la habitación contigua nada, voy a otra que parece ser la cocina no está, el baño tampoco...okey, solo me quedaba una por revisar su habitación,... oh que sorpresa tampoco está!
¿Dónde rayos se metió ?
¿Qué tan grande es este lugar?
¿Cómo le hizo para esconderse tan rápido? Acaso saltó por la ventana!?

Recorro una vez más el departamento sin éxito, termino nuevamente en su habitacion pensando como es posible que se haya escondido tan bien en tan poco tiempo hasta que siento una ligera briza provenir de un gran ventanal en el cual no había reparado antes, las cortinas se mueven dejando ver que hay algo más ahí fuera un balcón! Claro dónde más podría estar un suicida.

Atravieso su recamara rápidamente hasta dar con el balcón donde lo veo cómodamente sentado al borde de la cornisa hablando despreocupadamente por mi celular.

-DAZAI!!- gritó encolerizado como si regañase  a un niño pequeño luego de hacer una travesura, al verme sonrió y se despidió de la persona al otro lado del tuvo, termino la llamada antes de que llegar a su lado.

Debería insultarlo, corrección voy a insultarlo!.. No, mejor debería matarlo empujarlo fuera del balcón así me libraría para siempre de él ...y de su boba cara y de esa maldita y hermosa sonrisa y de sus bellos ojos chocolates...que demonios fue todo eso?! Agradezco que Dazai no posea la habilidad de leer mentes o sino moriría de la vergüenza si  supiera lo cursi que puedo llegar a ser, el no me dejaría vivir en paz luego de algo así quién debería saltar fuera del balcón soy yo.

-Ven aquí- dijo suavemente extendiendo su mano hacia a mí, sacándome de mis pensamientos mientras se acomodaba mejor en su lugar abriendo los brazos.

Trato de mirarlo con todo el enojo posible pero es inútil, no puedo negarme a esos ojos y menos a su sonrisa, rendido y algo frustrado me acerco lentamente hacia él,  pone sus manos en mi cintura para girar mi cuerpo dejándome de espaldas y recarga su cabeza en mi hombro, pasa sus largos brazos alrededor de mi cintura acariciando mis costillas, besa suavemente mi cuello y me estruja un poco contra el antes de hundir su nariz en mi cuello inhalando profundamente el aroma de mi piel, doy un pequeño respingo sorprendido y apenado por su acción, suspiro tratando de calmarme para relajarme en sus brazos y disfrutar de todas las emociones que me hace sentir.

El  viento fresco del balcón contrasta de maravilla con la calidez que emana de su cuerpo nos quedamos así unos cuantos minutos en silencio contemplando el  cielo nocturno, tenerlo cerca es más que suficiente para hacerme feliz.

¿Cómo Seguimos Ahora? [Soukoku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora