En un principio, todo era tan oscuro que parecía que nada existía realmente, y que el tiempo no avanzaba en ninguna dirección.
Luego, una leve luz cobró vida, y la existencia de aquel cúbico y claustrofóbico cuarto se encendió nuevamente. No obstante, aquella iluminación, que caía como etérea catarata color oro desde el foco colgante del techo hasta el polvoroso y rasposo suelo de cemento, era tan débil que la fortalecida oscuridad no le permitía expandirse; como consecuencia, la radio con influencia de iluminación constaba de pocos centímetros, es decir que sólo el centro de la habitación (debajo del foco) era visible; las paredes permanecían envueltas por la capa negra, indetectables.
Una mesa de madera vieja posaba muda, sostenida por sus pulidas patas. Justo enfrente, una silla era ocupada por un hombre rubio con ligera barba y bigote rodeando sus delgados labios, parecía un hombre de perfil bajo, pero había dado más esfuerzo y esperanza de lo que cualquier otro hubiera sido capaz, incluso superando sus propios límites... Pero esos eran pensamientos dormidos en ese entonces ya que estaba inconsciente, y sus ojos, cerrados al igual que se mente. Su cabeza estaba recostada sobre la mesa, así como sus desparramados brazos; por ende, su espalda se había erguido drástica e incómodamente.
》Hora de despertar, Drew. -Dijo una gruesa voz proveniente de la oscuridad, de desconocido trasmisor-
Un objeto fue lanzado contra el desmayado, golpeándolo y luego rebotándo hacia el piso, para luego perderse en la oscuridad. No era un material duro, el objetivo era despertarlo a distancia y sin lastimarlo.
El rubio no presentó reacción.
》No funcionó. -Aclaró otra voz, más aguda que la anterior-
》Pásame el vaso. -Ordenó la grave, con un tono perfectamente equilibrado entre rudeza y amabilidad-
》¿Mi vaso de agua?
Luego de unos segundos silenciosos, el agua fue lanzada. Golpeó y humedeció partes del cachete y los hombros del inconsciente. Sus párpados parecieron reaccionar al contraerse y relajarse en un movimiento rápido, casi indetectable. Poco a poco se levantó, enderezando la espalda, y abrió los ojos, dándole tiempo a las pupilas de acostumbrarse a la luz. En el segundo en que se activó su consciencia, sintió miedo. ¿Dónde estaba, qué era ese lugar de aspecto siniestro y sin escapatoria visible? Su expresión facial lo demostró todo.
》¿Qué mier...? -Susurró para sí mismo mientras se llevaba una mano a la frente para refregársela: sufría un intenso dolor de cabeza que apenas lo dejaba pensar-
》Drew Timarco, ¿verdad? -Planteó la voz grave-
》S... Sí. -Contestó luego de superar el susto producido por el inesperado hablador- ¿Quién eres? ¿Dónde estoy? -Se atropellaba a sí mismo con preguntas-
》Tranquilo. Quiero que me conteste si recuerda algo de su pasado. No su niñez, sino de eventos posteriores al... suceso.
La desesperada búsqueda de la cara de Drew para encontrar de dónde provenía la voz se detuvo al escuchar "suceso".
》Te refieres a... -no llegó a encontrar las palabras adecuadas antes de que el oculto le conteste-
》Me refiero a los infectados de mierda largando su maldito humo, sí. -Con furia y odio-
El rubio intentó recordar.
》No, no sé lo que hice.
》Señor Timarco, necesitamos que recuerde, y por eso vamos a ayudarlo.
》Pregúntale sobre la base. -Dijo susurrando la voz aguda, pero no lo suficientemente bajo como para que no llegue a los oídos de Drew-
》¡Shh! -Lo calló-
》¿Quién carajo son ustedes? -preguntó el rubio- ¡Tengo las malditas piernas aferradas a la silla! -Intentó librarse de las cadenas presentes en ambos tobillos sacudiéndo dichas extremidades con fuerza, pero fue en vano-
》Ocúpese de recordar, por favor. ¿Recuerda algo sobre una base en un hotel?
Hizo memoria, aunque le costó segundos de concentración.
》Sí, teníamos un refugio. Era un hotel cinco estrellas enorme. Recuerdo que había una mujer... se llamaba... Rose, era la jefa... -se detuvo unos segundos; los recuerdos caían despacio, gota por gota- Éramos muchos supervivientes, y no podíamos salir del edificio por los infectados: ¡cualquier maldita persona que respiró el gas se hizo uno de ellos, un moribundo monstruo con la piel como si estuviera quemada, que no comía, ni dormía, ni atacaba, ni reaccionaba a nada, simplemente caminaba y liberaba más gas! -Gritando-
》¡Drew! Tranquilícese. Concéntrese en la base. Queremos que recupere sus memorias cronológicamente para que su mente no sufra daños y no haya escenas perdidas, ¿De acuerdo?... ¿Cómo estaban organizados?
El rubio suspiró e intentó calmarse. Sintió que el interrogatorio tardaría mucho, mucho tiempo.
》Yo era el recolector. Salía con un grupo y nos movíamos a través de las terrazas de los edificios. Recogíamos provisiones y a veces hasta supervivientes, y los llevábamos a la base, al refugio... Y teníamos una lista de los habitantes, éramos unos cien... Los demás hacían cosas domésticas y... no sé qué más...
Hubo un silencio duradero que hizo parecer que Drew había estando hablando solo.
》Cuénteme... los sucesos del día 25 de Febrero.
Al rubio le recorrió un escalofrío por la espalda.
》¿Cómo demonios sabe...?
》Eso no importa. -Interrumpió, imponente- ¿Cómo describiría dicho evento?
Lo pensó un segundo con una mirada sombría, pero no tardó mucho, no había nada que cuestionar.
》Es fácil: fue uno de los... uno de los momentos más desesperantes e impactantes de mi vida... -Pausado- como si te dieras vuelta y vieras que una inmensa estatua está cayéndose sobre ti... El día del cambio.
Otro silencio vació la habitación, más denso y duradero.
》Comience, por favor.
Y así, Drew tendría que devolver a su mente memorias que nunca quisiera haber tenido. Y eso era sólo el principio, el prólogo, el legado de muchas más tragedias. Suspiró. Definitivamente iba a tardar.
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Smokers
Science FictionAl crearse el infierno en las calles, los cielos parecen ser lo único seguro.