¡¿Cómo se atrevía a mentirme de esa forma?! Y yo que confié en ella, me hizo hacer el ridículo frente a mis mejores amigas; bueno no es como si antes no haya hecho el ridículo pero mentirme y hacer el ridículo sobrepasó los límites.
—Callie, estas distraída ¿Qué tienes? —preguntó preocupada una de las rubias.
—Estoy perfectamente bien, Saery, no te preocupes —le contesté—. Mejor vamos a buscar a mi hermana y a Shawn.
—¿A la vampiresa que se cree lo máximo y al que siempre apesta a perro mojado? —Aranza hizo un puchero— Ni lo sueñes, Call. No pienso buscar a ese par de inútiles a los que llamas hermana y mejor amigo. Olvídalo.
—Sí vamos a ir.
—¿Por qué?
—Porque se los prometí —mentí.
Realmente no quería quedarme sola con estas dos locas de remate en mi cumpleaños. Saber lo que podrían hacerme.
"No quiero morir, todavía soy muy joven para eso".
—Vamos chicas, apúrense, que ahora sí que se nos va a hacer tarde —reclamé—. Primero vamos donde Shawn, él ya debe de estar listo.
Fuimos al ala donde se encontraban los cuartos de los hombres y buscamos el número 405, que es el número de la puerta de Shawn.
Iba a golpear la puerta con mi mano pero antes de hacerlo, Shawn la abrió.
—Parece que estamos sincronizados, enana. Justo en este momento iba a ir a buscarte —dijo dándome una sonrisa torcida.
—Genial... Supongo —Observé como se había vestido—. Parece que dejaste atrás tu faceta de payaso gruñón y ahora eres una persona normal y corriente, obviando que eres un hombre lobo por supuesto.
—Eres imposible, Call —me respondió Shawn rodando los ojos—. Y creo que es mejor ir a buscar a la vampiresa, porque si no, nunca llegamos.
—El perro tiene razón, mejor hay que apurarnos.
Aranza y Saery caminaron detrás mío lo más rápido que pudieron. Shawn me seguía el paso como si nada. Ya me estaba cansando pero no me iba a permitir llegar tarde otra vez a las elecciones de las pruebas de sangre como lo hice en mi segundo año.
Mi celular sonaba pero no me importaba, por eso no le hacía ni caso. Hoy iba a ser mi día que mejor forma de comenzarlo que dándose un relajador baño. El móvil dejó de sonar, ya era hora. Me recosté en la tina y cerré los ojos.
La canción "So what" de Pink resonó por todo el baño dándome un susto de muerte. Creo que será mejor que conteste si no van a estar llamando cada dos por tres y no podré relajarme.
Agarré el teléfono que se encontraba cerca mio y contesté.
—¿Dónde demonios te has metido, Callie? Las elecciones para la prueba de sangre ya comenzaron y tú ni si quiera has ido a que te saquen sangre —gritó mi hermana desde el celular.
—Y se supone que hoy iba a ser mi día de relajación —murmuré.
—Relajación nada, te vienes para acá ahorita mismo.
Gruñí.
—Ya se me hizo tarde, ya fue, Peyton. Será para el próximo...
—Que vienes hacia acá en este momento. Tú nunca faltas a estas cosas y hoy no va a ser la excepción. Te doy quince minutos para que vengas.
—Pe-pero...
—Tsss, ahorita.
Hice todo lo que tenía que hacer en menos de un minuto y salí corriendo hacia allá.
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Draken (El canto de los dragones #1) [EN REEDICIÓN - PAUSADA]
FantasyCréditos de portada a: @charly_suicideath Esta historia está protegida por Safe Creative. Código: 1401209866562 Fecha 20-ene-2014 20:25 UTC Licencia: Todos los derechos reservados.