Mi amigo es un Gigolo

Secreto de Amigos

—Entonces nos encontramos en la facultad. —Dice Max decepcionado por el celular.

—Sí querido, lo siento. —Digo mordiéndome el labio.

—Tranquila, te quiero. —Dice y cuelga.

Suspiro aliviada. Desde la noche en que casi me acuesto con él no hemos estado a solas, y puede sonar demente, pero Blake tiene razón. Algo no está bien. Termino de arreglar mi ropa para ir a la presentación del proyecto, la cual se hará frente a toda la facultad que estudia la rama empresarial, así que tengo que ir como toda una ejecutiva. Subo por mis piernas la falda beige de corte tubo alto, no la cierro todavía para poder ajustar mi camisa roja empresarial; una vez encuentro el conjunto apropiado, veo entre mis tacones y carteras cual llevar, que difícil decisión.

—Si los quieres combinar, el negro resaltara mejor. —Dice Blake desde mi puerta —. La cartera negra junto con los tacones rojos que tienen esos detalles en negro. —Señala.

—Gracias, ojo de halcón. —Digo volteando para verlo.

Hoy está muy guapo con el traje negro que tiene rayas grises casi imperceptibles, camisa blanca con los primeros botones desabrochados y corbata roja; hoy realmente quiere destacar.

—Debes acomodar el cuello, y estar presentable, si quieres tener puntos extras. —Digo acercándome para arreglarle.

—Pero es que me queda muy apretada y la corbata es incomoda. —Se queja como un niño pequeño.

Río divertida por su conducta mientras arreglo su ropa. Agradezco que él esté aquí conmigo, porque encuentro un poco de calma. Suspiro, otra persona debería estar aquí.

— ¿Que pasa Val? —Pregunta Blake con preocupación.

Niego subiendo mis hombros, dando a entender que no pasa nada.

—No me mientas rubita, sabes que te conozco. —Insiste.

—Es solo que, aquí, en este momento, debería estar otra persona. —Digo cruzando mis brazos.

Blake me abraza con gentileza y besa mi cabeza.

—Sientes que algo no va bien, ¿verdad? —Susurra y yo asiento —. Termina con él antes de que sea demasiado tarde y te lastime.

—No entiendo Blake, al principio no era así, y desde esa cita nocturna que tuvimos yo...

—Espera, ¿cita nocturna? —Interrumpe separando el abrazo —. ¿Estaban solos?

Abro la boca y la vuelvo a cerrar, sé que si le doy la respuesta se pondrá furioso.

—Dime que no te hizo nada —dice viendo mi cara —, ¿o lo intento? —muerdo mi labio —. Por dios Val...

—Sus padres llegaron antes de que las cosas pasaran a mayores, no tienes por qué preocuparte. —Digo tranquila.

Él toma un respiro.

—Val, hay algo que debes saber acerca de él...

—Chicos, ¿porque no se han terminado de arreglar? —Interrumpe mi mamá.

—Ya voy mamá, solo estábamos charlando un poco. —Digo calmada.

Disimulo un poco para no tener que preocuparla.

—Bien, espero que estén conversando de esto. —Dice levantando un sobre de mamila amarillo con el logo de la empresa más importante de Nueva York.

— ¿Crees que aceptaron mi solicitud? —Pregunto boquiabierta.

—Serian idiotas de no hacerlo. —Dice Blake subiendo el cierre de mi falda —. Lee el contenido en la cama mientras te pongo los tacones, quizás así me llegues. —Bromea.