Sí algún día llegues a sentirte sólo y quieres tirar la toalla, recuerda cuanto vales, nunca dudes de tu identidad, todos, sin excepción alguna, somos hijos e hijas muy preciados de Dios, recuerda que algún día estarás en su lecho, en su eterna mansión, compartiendo el mismo banquete de felicidad, recuerda que lo del mundo es temporal, pero lo de Dios es eterno, no desconfies de su amor, vive como si todo fuera un milagro, no seas egoísta, ayuda a quien te necesita, piensa que todo lo que tienes no lo conseguiste sólo, eres especial, eres la persona más buena, no intentes ser alguien que no eres, da lo mejor de ti y los demás harán lo mismo, bendiciones.