Diente de león

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No quise ir a veer que sucedía así que me quedé inmovil en el mismo sitio,

Al darme cuenta de que los ruidos cesaron, me levanté.

coloqué mi mano en la puerta de madera y me sorprendí, al ver que, estaba abierta.

Me acerqué a la ventana de donde provenía el frío de la noche y me encontré con una nota.

"Me cegué con sus focos color miel, quise soplar dientes de león y en ella pensé, ahora sé porque a veces los huracanes tienen nombre de mujer."

El último suspiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora