Enamorado de una chica.

Era primer día de clases, era nueva escuela, me habían cambiado de escuela debido a problemas con los compañeros, ya saben, me trataban como si fuera un chico gay, solo por tener sentimientos. Ahora solo tengo que olvidar el pasado y comenzar una nueva vida, no quiero ser lastimado de nuevo.

-Santiago baja a desayunar -gritaba mi madre-.

-Ya voy -decía bajando las escaleras-.

llegué al comedor y me senté en la silla de la mesa.

-¿Qué hiciste de desayunar mamá?

-hot cakes, ¿cuántos quieres?

-dos, por favor.

Terminé de desayunar, me despedí de mi madre y me dirigí dónde estaba mi auto, me subí y manejé hasta la escuela.

Una vez estando ahí, era demasiado grande, todos estaban con sus amigos, hablando.

Yo solo miraba por todas partes, no sabía qué hacer.

Desde lejos vi a una chica, ojos marrones, cabello lacio, café, era hermosa, ella estaba con una amiga, supongo que era su amiga, esperaba estar en su mismo salón.

Escuché la campana sonar, todo el mundo entraba a sus salones, yo no sabía para donde ir. Entré al edificio enorme, y le pregunté a la persona de la limpieza si sabía dónde estaba el salón de segundo de preparatoria.

Solo me dijo que lo siguiera, y eso fue lo que hice.

Llegamos al salón y entré, lo primero que vi fue a la chica que vi en la entrada, me ponía feliz estar cerca de ella. El profesor me dijo que pasara y me presentara.

-Soy Santiago y tengo 16 años, espero poder llevarme bien con ustedes.

Estaba nervioso, además no soy bueno para presentarme, por lo menos hice un esfuerzo.

Todos me dijeron bienvenido, el profesor me dio su nombre y me dijo que me sentara.

La clase era de Matemáticas, odio las Matemáticas.

El profesor dijo que iba a formar equipos para resolver un trabajo.

-El primer equipo estará, Santiago, Bárbara, Valeria y Ernesto.

Dos chicas y dos chicos, no podía creer, iba a estar con la chica que vi en la entrada.

Terminaron las clases y ella me saludó.

-Santiago, soy Bárbara, trabajaremos juntos -me dijo con una gran sonrisa-.

-Hola, si lo sé -no sabía ni que mierda decir-.

-¿Estás nervioso? o ¿yo te pongo nervioso?

-ninguna de las dos cosas -era más que obvio que estaba mintiendo- solo que soy nuevo y...

-No hay problema -interrumpe- espera aquí, iré por los demás chicos.

-Está bien.

No podía creerlo, ella me saludó, podré morir feliz.

Después unos minutos regresa con los chicos.

-Hola soy Valeria, gusto en conocerte.

-Hola Valeria, el gusto es mío.

-Soy Ernesto, espero llevarnos bien.

-Hola Ernesto, yo también espero eso.

-¿Bárbara no vas a presentarte? -dice Valeria-.

-Yo fui la primera en presentarme, ahora, ¿dónde trabajaremos?

-¿Es en serio? -dice Valeria- ¿tenemos que trabajar ahora?

-Si, el trabajo es mucho, los días son pocos.

-A veces te pasas de trabajadora, Bárbara -dice Ernesto-

-Yo digo que hay que empezar desde ahora, Bárbara tiene razón, son pocos los días que nos dieron.

-Bueno -dijeron Valeria y Ernesto-.

-Gracias -dice Bárbara-.

Después de unas horas estábamos en la casa de Valeria, trabajando, aunque, lo único que hacía era mirar a Bárbara.

-¿Puedo hablar contigo? -dice Ernesto mirándome-.

-Si claro.

-Pero a solas.

Lo seguí y fuimos hasta la cocina.

-He visto en como miras a Bárbara -dice mirándome a los ojos-.

-¿Es tu novia? En serio perdón.

-Si, si lo es.

-Oh, cuanto lo lamento, no sabía, espero que me perdones.

-No hay problema, pero debo admitirlo, estoy celoso.

-Te entiendo, haces bien en ponerte así.

Unos minutos después fuimos dónde estaban las chicas.

-Estamos cansadas, además es tarde, ¿podemos continuar mañana? -dice Bárbara-.

-Claro -dijimos los tres-.

-Yo te llevo a casa -le decía Ernesto a Bárbara-.

-Por mi no se preocupen, puedo irme solo.

-¿Seguro? -dijo Bárbara- puede ser peligroso.

-Seguro, confía en mi, estaré bien.

Me despedí de todos y me fui, estaba algo triste, ella tenía novio. ¿En qué estoy pensando? Ella es una chica linda, las chicas lindas siempre tienen novio, pero, no por eso iba a dejar de gustarme, no me iba a rendir.

Llegué a mi casa.

-Hijo, ¿dónde estabas? Te estuve marcando y tu celular estaba apagado.

-Perdón ma, el profesor de Matemáticas nos puso un trabajo en equipo, y estuve trabajando en la casa de una chica con todo el equipo.

-Bueno, por lo menos ya estás bien, pero, te noto triste, ¿qué pasa?

-Nada, estoy bien.

-Hijo te conozco, más vale que me digas o me entero por otro lado.

-Está bien, hay una chica en la escuela, la vi y

-Te enamoraste y después supiste que tiene novio -me interrumpe- hijo, esas cosas pasan, hay más chicas libres y lindas.

-Pero mamá, ella es diferente a las demás chicas, ella...

-Ve a dormir hijo, todo estará bien, ya verás.

Me despedí de mi mamá y me fui a mi cuarto, me puse la pijama y me aventé a la cama, no podía dormir, mis pensamientos no me lo permitían.

Por primera vez en mi vida me enamoré tanto.