Miraculous: A través de sus ojos

El día que el romance murió

¿Sabes lo que es estar enamorada? Entonces comprenderás lo que yo sentía por Adrien, el mejor chico del mundo, famoso, modelo, si no me hubiese gustado tal vez solo me habría fijado en su superficie, pero estaba enamorada y eso significaba que conocía hasta el más leve de sus gestos.

Sabía que en las clases de literatura miraría por la ventana soñador y que en educación física se mantendría al margen hablando con Nino, era perfecto, amable, considerado, honrado, gentil y un total y completo caballero andante.

Yo babeaba por sus huesos, pero si he de ser sincera ni siquiera podía entablar una conversación coherente con él.

Siempre que me decía a mí misma "Marinette tú puedes" sabía que me estaba mintiendo, apenas soy capaz de mirarlo sin sonrojarme, como para que pueda decirle algo sin avergonzarme.

Así que me conformaba con que fuese mi amor platónico, aquel al que aspiraba llegar un día (un día demasiado lejano si continuaba así)

Si, ya sé que he dicho que os contaría la historia de amor de Ladybug y Chat Noir, pero la verdad es que ese amor y este tienen mucho que ver, es decir, y que quede entre nosotros, yo soy Ladybug, podéis pensar que te estoy mintiendo, me quiero hacer pasar por lista o vete tú a saber que.

Pero es la verdad, yo soy Ladybug y tal vez no me corresponda contar a mí el secreto de Adrien, que ya sé que no necesita ser aún más adorado, pero encima también guardaba un secreto demasiado parecido al mío, el era Chat Noir, el inigualable, el fantástico... el pesado Chat Noir.

Si, ya sé que podréis pensar: a mí me gusta mucho más el héroe de París, pero creedme, se lo que digo, por ese entonces ni me fijaba en él, ni me apetecía hacerlo. Era demasiado ciega como para saber que Adrien podía ser mucho más de lo que aparentaba y si, es verdad que para mí Chat Noir era un pesado egocéntrico, pero tengo que admitir que lo acabe amando por cada pesado y geocéntrico gesto o palabra.

Entonces aquí está la presentación, no creo que hayáis pillado lo que quería haceros ver así que lo explicaré para tontos.

Dos personas normales con un amor más fuerte que cualquiera, dos personalidades que luchaban por un bien mayor y aquí está el pastel, lo que venía a contaros, la historia de Romeo y Julieta, o para ser más exactos de Ladybug y Chat Noir.

Bueno, empezare a narrar por el principio.

Una noche fría y de ventisca en París, en el hospital más alejado de la ciudad el llanto de un niño se dejó escuchar...

¿Os lo habéis creído? Pues no voy a empezar por la asquerosa parte del nacimiento, aquello es solo sangre, llanto y un bebe más parecido a un extraterrestre que a cualquier humano de este mundo, por todas las mariquitas de París, jamás empezaría por ahí.

Si debo empezar por algo sería por describir lo maravilloso que es Adrien, ojos verdes, cabello rubio como si le hubiesen vertido oro encima...

Esperad, que me desconcentro. El caso es que no, no vamos a empezar por ahí y punto.

Si tuviera que decidir el inicio, diría que está historia no empezó cuando nos conocimos, si no el día que descubrí su secreto y no me refiero al de ser Chat Noir, no, eso ya está muy visto, me refiero al día que descubrí a quien amaba, y no, tampoco me refiero a Ladybug, no, fue mucho peor, aquel día fue el que empezó a salir con Chloe. El detalle del amor ha sido un añadido por mi parte, supongo.

Bueno, para quien no conozca a Chloe la definiré con una sola palabra: mátenme. Y fin de la presentación, es la peor mujer que el mundo podría haber creado.

Aquel día recuerdo que el sol acariciaba mi piel amenazando con asarla viva, agitaba la cabeza como loca esperando que el aire me dejase vivir un día más, Alya no había podido resistir la tentación de echarse agua por encima, cosa nada recomendable teniendo en cuenta que a pesar del calor los chicos seguían siendo unos adolescentes con las hormonas por las nubes.