AMELIA Y ANDRÈS

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HACE MUCHO TIEMPO

Caminaba tranquilamente por las calles observando como los niños corrian, la gente caminaba sola o acompañados cada quien es sus asuntos.

El dìa ya mismo terminaba y yo debía de regresar como de costumbre a mi casa lejos de la vida que emana la humanidad, con el frìo corazòn que late despaciò y sin ritmo alguno, a veces pienso el porque decidì cambiar la forma de nuestra gente eramos angeles caìdos y ahora somos hombres con necesidad de sangre.

Sumido en mis pensamientos camine y camine hasta que un olor a uva mezclado con limòn se volviò fuerte sin contar el olor atrayente de la sangre, decidì buscarlo no podìa simplemente ignorarlo.

Deje que el olor me guiara hasta que me encontre en una casa grande oculta detràs de los arboles, magnificò pero aùn no encontraba a la persona de semejente fragancia, me quede afuera de esa casa esperando al anochecer para poder ingresar sin que nadie se entere, el tiempo pasaba ràpido espere que la luces estuvieran apagadas he ingrese tranquilamente, la fragancia me guiaba llegue a una puerta la abrì lentamente y me encontre con una hermosa mujer durmiendo placidamentem la observe y algo en mi cambio fue extraño tuve la necesidad de cuidarla y tenerla a mi lado.

En medio de la obscuridad  me acerquè lentamente y la pude observar, tan bella con su piel blanca, labios rojizos, cabello negro ondulado sin contar que era un àngel uno verdadero eso si, me quedè ahì hasta el amanecer con los primeros rayos de sol me fui a mi verdadero hogar dentro de las profundidades.

Los dìas pasaron y yo solo pensaba en ella, descubrì que era mi anima, la mujer destinada para mi estaba feliz por ello, pero la pregunta mas grande que puedo hacer ¿¿ Comò me acercò a ella ??, algo que no lo tenia planeado.

Regrese nuevamente a la tierra con esperanzas de encontrarla, simplemente me deje guiar si me vieran mis amigos pensarian que estoy loco y en verdad tienen razòn lo estoy pero por ella y saber que gracias a mi transformaciòn puedo estar a su lado aunque debo de decir lo que soy en verdad, mis pensamientos se detuvieron cuando sentì que alguien se chocaba conmigo y por poco caè la sostuve de la mano y una corriente recorriò mi cuerpo, el viento me diò la pista mas grande era ella su frangancia inundaba todo mi ser.

- Perdòn - hable mientras seguia sosteniendola de la mano

- No..no fue tu culpa estaba distrida - bajo el rostro ruborizada y yo sonreì como estupido

- Bueno pues a sido algo bueno - me miro sin entender - lo digo porque asì te encontre

- Bueno me tengo que ir a sido un placer - deseaba soltar mi mano pero yo aùn no

- Espera ¿ Cùal es tù nombre ? - sonreì tranquilizadoramente

- Me llamo Amelia...Amelia Cruz ¿ Cùal es el tuyo ?

- Hermoso nombre para una mujer como tù, me llamo Andrès

- Ahora si me tengo que ir,hasta otro momento - asentì y solte su mano, podìa escuchar como su corazòn latía rapidamente la observe hasta que desapareciò, coloque las manos en los bolsillos y camine nuevamente a mi casa.

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Hace unas noches senti que alguien estaba a mi lado cuando dormia, pero estaba tan cansada que deje todo al olvido ademàs que si digo eso me tomaran como a una loca si de a milagro sigò subsistiendo en esa casa donde todos son unas arpias menuda familia que tenia.

- Amelia hija - entrò mi madre, algo queria siempre hacia lo mismo cuando yo tenìa que ir a comprar o hacer cualquier otra cosa.

- ¿ Què sucede ? - la mire desde mi cama

EL VIAJE (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora