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La fiesta

Narra Aries
Cuando me encuentre con Tauro le voy a dar un buen puñetazo, más vale que corra.
Sabe perfectamente que me gusta Capri desde que íbamos a primaria, ahora estamos a finales de secundaria, y es mi mejor amigo, no me puedo creer que me haga esto.
El alcohol recorre mis venas y visualizo a Acuario en el sofá medio dormido.
-Sabes donde está Tauro?-le grito.
Acuario se me queda mirando y señala a una de las habitaciones.
La sangre me hierve.
Respiro hondo antes de abrir la puerta.
La abro y encuentro a Tauro con otra chica. Cierro rápidamente y suspiro.
Menos mal que no estaba con Capri.
Busco a Capri y me la encuentro casi inconsciente en el sofá con varios chicos intentando ligar con ella.
Voy corriendo, la cojo en brazos y me la llevo a fuera.
Camino con ella en brazos  hacia su casa. Ella se despirta.
-Tau?-dice.
-No Capri, soy Aries.
-Donde estoy?
-De camino a casa.
-Bájame.
La dejo en el suelo y al tambalearse se cae encima mío de una manera que nuestros labios están a milímetros.
-Aries... hazme el amor aquí mismo.
-No Capri, estás muy ebria, me encantaría, porque me gustas mucho, pero no es el mejor momento.
Ella se enfada.
Entramos en su casa y la tumbo en su cama.
-Buenas noches-digo mientras le doy un beso.
Ella ya está durmiendo, la observo por algunos segundos y luego salgo.
Mejor me voy ya a mi casa.

Narra Piscis

Sag es imbecil.
Sé que le rompí el corazón, pero eso ya hace 3 años y éramos unos críos.
No me gusta, me atrae como siempre lo ha echo, pero ahora me fijo más en las chicas.
La verdad es que me da igual lo que digan de mí, que si soy una Don Juana por haberle echo eso a Sag o por no querer una relación seria, pero me importa lo que viene siendo una mierda.
No bebo, pero no me hace falta el alcohol para hacer locuras.
Leo se me acerca borracha y se me cae encima. Las dos reímos.
-Piscis, tu crees que me podría convertir en lesbiana?
-No se, Leo. Eso es una cosa que se siente no te puedes convertir.
-Entiendo... Me puedes besar? Quiero saber que se siente y saber si soy lesbiana.
-Bésame tú.-digo riendo.
Leo se me acerca más y más y más.
Nuestras bocas se juntan y nuestras lenguas empiezan a actuar.
Nos separamos.
-Vale, no me ha gustado. Mejor voy a besar a un chico-dice Leo y sale corriendo.
Yo me río y Sag aparece.
-Sabes que me sigues gustando?-dice el.
Madre mía, no puedo estar ni un segundo tranquila.
-No lo sabía.
-Me gustas mucho, creo. Me rompiste el corazón. Pero te amo Piscis, te amo. Sé que es precipitado, pero quieres casarte conmigo?
-Anda, para el carro, Sag. Vete a casa.
-Piscis yo te amo, cásate conmigo.
Me río y desaparezco. Sag está mal de la cabeza.