Hay cosas que nos marcan la vida por siempre y el amor es una de ellas, pero se comete el error de imaginarse momentos que tal vez nunca sucederán o pueden que se hagan realidad.
Su nombre era Kimberly Miranda, más conocida por mí como Kim, es contradictorio decir que aunque éramos muy diferentes había algo que nos atraía. Supongo que fue su tristeza que seducio mi interés.
No pasó mucho tiempo y nos hicimos grandes amigos, tanto fue la confianza que me confesó la razón de su tristeza, una persona la lastimó mucho, la utilizó. Yo sólo atiné a escucharla y creo que eso a ella le gustó porque me compensó con mi primer beso. Es en ese momento donde te haces la idea de un futuro con él o ella pero yo no pensé en eso, sólo imaginé su tristeza y mi soledad tomados de la mano y dirigiéndose a un nuevo destino llamado "felicidad".Esto podría terminar con un 'Y vivieron felices hasta la actualidad' pero ya nadie cree en ese final.
Duró mucho tiempo lo nuestro pero hubo un problema, yo era una persona un tanto frívola en el amor, tal vez porque era la primera vez que sentía eso. Kimberly trataba de enseñarme, yo no entendía nada, hasta el día de hoy se me es complicado el tema.
Con el tiempo eso la aburrió, supongo que creía que no la quería tanto como ella me quería a mí, pero estaba muy equivocada. Ya era demasiado tarde, ella se había marchado dejándome con el corazón en la mano...