Primero.

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Kelsey trató primero de limpiar sus lágrimas con la mano que no sostenía su celular, después intentó callar sus sollozos tapando su boca.

Falló rotundamente en ambos casos.

-Amiga, por favor, deja de llorar. Tranquilizate, no te hace bien estar así. Todo estará bien ¿si? Sólo tienes que esperar, sé que duele, pero tienes que ser fuerte. Y Dios, Kelsey, sobre el otro tema... ya lo hemos hablado, eres una chica increíble y hermosa, no te menosprecies, linda. Justin te ama tal como eres, con defectos y virtudes, pero sobre todo por tu belleza, tanto interior como exterior. -le dijo Anne, una de sus mejores amigas.

Las palabras de su amiga sólo causaron aún más tristeza dentro de ella.

Quería ser fuerte, quería creer en las palabras de Anne, realmente lo quería. Pero no podía. Trataba y trataba, sin embargo, el resultado siempre era el mismo.

Deprimirse aún más.

-No puedo, Anne. No puedo... -sollozó una vez más-. No soy fuerte, soy una cobarde que no sabe como enfrentar las situaciones difíciles. Soy una tonta. -susurró con una voz muy débil.

Era la única persona que se encontraba en el pasillo. No había entrado a ninguna de sus clases debido a su pésimo estado de ánimo.

Hace unos 20 minutos había sonado la campana que anunciaba que debía entrar a su siguiente clase -cosa que obviamente no hizo-, pero ella la ignoró y corrió al baño a esperar que todos entraran a su respectivo salón. Minutos después, salió y los recuerdos la invadieron casi de inmediato.

Sus padres discutiendo una vez más.

Su madre insultando y recordándole cada uno de sus errores al hombre que ella llamaba papá.

Su padre gritándole que se callara.

De pronto, el ruido de un gran golpe por parte de uno de ellos.

Los sollozos provenientes de su bella madre y el sonido de su voz cuando le pidió el divorcio.

Y lo última cosa que terminó de romper por completo su corazón.

Oír la voz de padre diciendo que aceptaba el divorcio, con la condición de que él no quería quedarse con "esa mocosa", como la había llamado él.

El hombre que ella había considerado su héroe desde pequeña, no la quería en su vida.

Pero era obvio... ¿Quién podría querer en su vida a un desastre como ella?

Después de llorar por todos esos terribles recuerdos de la noche anterior, llegó la terrible inseguridad a ella.

Si su padre no la quería, ¿cómo podría estar segura que Justin sí? Ella no era la chica más linda de todo el mundo, ni la graciosa, ni la más desarrollada.

¿Por qué alguien como Justin se fijaría en ella?

Su cabeza empezó a imaginarse diferentes escenas de su novio terminándola por alguien más y no pudo evitar ponerse aún peor.

Empezó a llorar sin control así que decidió llamar a la primera persona que se le pasó por la mente.

Anne.

-Si puedes, sólo que no quieres. Tienes que intentarlo, Kel. Demonios, realmente detesto no poder estar ahí para abrazarte.

Kelsey seguía llorando. De verdad necesitaba un abrazo.

-Yo también te extraño. -le dijo-. No sabes cuan...

No pudo terminar su oración ya que se sobresaltó al sentir unos brazos rodeándola por detrás.

No necesitó voltear para saber quien era. Reconocería ese perfume donde fuera.

Justin Bieber.

Su novio hace casi un año.

Él no habló. Sólo se quedó ahí.

Abrazándola.

Hizo que se volteara a verlo y volvió a envolverla en sus brazos acurrucandola en la unión entre su cuello y su hombro.

-No sabes cuanto desearía que estés aquí. -Kelsey repitió su oración, terminándola esta vez.

-Ay, preciosa. Todo estará bien, te lo prometo. Recuerda: Al final todo estará bien. Y si no lo está...

-Entonces no es el final. -terminó Kelsey.

-Exacto. Tengo que irme. Saldremos a dar un paseo con mi familia. Odio visitar a la familia de mi padre, pero te prometo que cuando vuelva no me separaré de tu lado. Te amo, amiga. -concluyó Anne despidiéndose.

Kelsey trató de sonreír un poco, pero sólo logró formar una mueca.

-Hasta luego. Yo también te amo, tonta.

Colgó la llamada y nuevas lágrimas viajaron por sus mejillas.

Era tan débil.

Se separó de Justin un poco para poder mirarlo a la cara. Él le quitó un mechón de cabello que estorbaba la vista de su novia, juntó sus frentes y ambos cerraron los ojos.

Sintió un beso en su frente y aquello le basto para volver a llorar, otra vez.

Kelsey abrazó a Justin muy fuerte, tanto como si su vida dependiera de ello. Él no dudó en corresponderle el gesto mientras escuchaban a su novia llorar en su pecho.

Cuando ella se calmó un poco, la llevó al baño de mujeres.

-Jus-Justin, es el baño de mujeres. No puedes entrar, alguien podría vernos. -habló Kelsey con voz entrecortada.

Justin encogió sus hombros y la apegó a él.

-No me importa. Ven, princesa.

Ambos ingresaron al baño, Justin esperó a que Kelsey se calmara un poco.

Realmente estaba muy afectada, nunca la había visto de esa manera.

-No llores, bebé. Odio verte así. Es muy duro ver a tu todo sufrir.

All Was A Lie |j.b.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora