En 5 meses

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-¿Adónde vamos? - pregunta Cath tambaleándose mientras que era guiada por Benjamín.
-¡A mi casa!- dijo el poniendo otra vez la camisa.
La bebida era demasiado fuerte, una diferente de las que siempre tomaba. Benjamín intentaba llevarla para fuera del lugar mientras que ella salía saludando a todos muy animada.
¡Bienvenida a mi casa!- dijo el al abrir la puerta.
Era una casa grande, tenía un perro afuera que estaba callado mirando a la mujer esa que quería besarlo de todas maneras.
-¡Qué bonitoooo!- dijo Catherine mirando al perro que observaba la escena con la mitad de la cara para fuera de su casita.
-¡Acá es mi habitación!- dijo Benjamín ayudando a Cathe a sentarse en la cama.
-¿¡Eres bonito!?- dijo ella- Ahora ya puedes quitarse la camisa, vamos...
-¡Eres tan bonita!- ríe el besando al rostro de Catherine.
-¡Ah noooo!- digo Catherine con una carcajada- ¡Bésame no soy tú hija, y no me vas a poner para dormir!
Los labios tiernos y húmedos de alcohol, temblando, buscaron a los labios sorpresos de Benjamín. Tenía mucha sensualidad en las caricias de quien le quitaba otra vez la camisa.
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La noche pasó como un rayo.
-¿Quien eres tú?- dijo Catherine levantándose rápido con un dolor de cabeza inmenso, resultado de la noche anterior.
-¿Como te sientes?- pregunta Benjamín regresando de la cocina con una copa de café en la mano.
-Con un dolor de cabeza enorme...¿Acá no es mi casa?
-No, como puedes ver... soy Benjamín.- responde el ofreciendo a Cath el café de su copa.
-Me voy a mi casa...- dijo ella buscando por sus ropas, envuelta en una sábana blanca, claro. Desnudarse para un hombre que ni siquiera conocía, sería el colmo...eso pensaba la Catherine sobria.
-¿Como te llamas?- pregunta Benjamín con una sonrisa- Ayer estabas muy mal...
-Soy Catherine ¿Qué días es hoy?- grita ella asustada buscando su teléfono.
-¡Jueves!- responde el sin entender la desesperación.
-¡Debería estar en mi trabajo!- grita ella con la sábana en la cara.
-¡Es sólo un día!- dijo él de forma tranquilizadora- Puedes por lo menos tomar un café, una ducha... Catarina.
-¡Catherine!- dijo ella con una mirada severa.
-¿Porqué estabas tan triste?
-Tengo cáncer...- responde ella con una cara de "¿Eso es suficiente para usted?
-¿Cáncer?
-¡Sí! Cáncer, todo el mundo tiene cáncer, las mujeres tienen cáncer a todo el momento en este mundo de Dios... quiero salir ¿Puedes abrirme la puerta?
-¿Y el café?
-¡Toma tu!- responde ella fríamente poniendo sus zapatos.
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-No voy a trabajar...- dijo contestando el teléfono de su casa.
Por toda la mañana el teléfono había sonado frenéticamente. Alguien de la escuela buscaba a la profesora que no había llegado para sus clases matinales.
La ducha de agua caliente limpiaba, decía por los brazos, limpiando el olor de alcohol, los abrazos y los besos de la noche de miércoles.
"TENGO CÁNCER" Pensaba ella mientras que sus manos "caminaban por su cabello rubio" lo mismo que era muy conocido por los hombres de la discoteca, que observaban el pelo de oro, pero sin la dicha de poder tocarlos.
Los ojazos de la niña de Barranquilla estaban cerrados, caminando al lado del pensamiento que corría errante por una montaña de reacciones.
Por un segundo, regresaba a la noche anterior, mirando a los ojos de Benjamín, no muy afectuoso, pero hermoso y noble, como su bendecido cuerpo.

-Benjamín...-susurra ella- Bonito nombre, bonito dueño... pero quien va a querer una sin pecho...
El diagnóstico, le había "robado" las ganas de comer y el tiempo seguía volando como si tuviese como banda sonora la canción de Sia- Chandelier. Y llevaba en su brazo fuerte, los sentimientos y la dulzura de la vida.
---- 5 meses después---
-¿Alguna novedad?- dijo ella mirando al doctor severamente esperando la más cruel de las respuestas.
-¡Estamos equivocados!- grita el sorprendido.
-¿Qué? - dijo ella asustada con el grito espontáneo de quien solamente miraba unas hojas con unas letras que ignoraban cualquier felicidad ajena.
-¡No puedes estar embarazada!- responde el doctor casi azul como el color de las paredes de su consultorio.
-Emba...¿Qué?
-¡Embarazada!- sigue el doctor quitándo sus gafas redondeadas.
-¡Pero yo no estoy embarazada!- responde Catherine "profundamente ofendida" definitivamente ser madre no estaba en sus planes.
-No que tu lo sepas, pero ¡estás!- concluye el médico duramente.
-¿Me odias?- dijo ella mirando al doctor en la cara.
-¿Y crees que es mía la culpa?
-A ver, por primero me diagnosticaron con cáncer, después me dicen que estoy embarazada...
-La culpa es tuya, tu deberías tener más cuidado... no tuviste, tu suerte es que estas libre del cáncer... tú cirugía fue la más exitosa de esos últimos 3 meses, ya tienes tu pecho otra vez en el lugar, tu pelo está en tu cabeza, deberías estar más agradecida...
-¿Cuantos meses?- pregunta ella bajando la cabeza.
-¿Meses qué? - dijo el doctor rosado de rabia.
-!De embarazo¡- dijo Catherine.
-5 meses...
-¿Todo eso?
¡Quiero hablar con tu esposo!- dijo el doctor regresando a la mesa- En la próxima semana tienes una consulta conmigo...y, él,
está cordialmente invitado...
-¿Esposo?- dijo ella desesperada- pero doctor...
Fin del capítulo.
(Historia basada en historias reales vividas por amigas que conocí, es una mezcla de la vida de cada una. Gl y Rn)

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