Capítulo 9

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No soy capaz de hacerle daño a ella, me gusta tanto como para lastimarla. Y si tengo que protegerla de mi mismo y de mi enfermedad lo haré.

"Que tonto eres Dylan"- se burlaban mis voces, generando en mi una una impotencia muy grande

¡Ya cállense!- gritaba una y otra vez- ¡Dejenme en paz!

"Nunca"- escuchar eso fue lo peor para mi, todas mis esperanzas se perdieron con tan solo esa palabra.

¿Increíble no? Como una palabra te puede hacer sentir así de mal, siento que nunca podré ser normal, que soy un enfermo sin remedio. Tengo que dejar de sentirme así, tratar de hacer una vida normal si es que se puede.

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Pov Mía

Ese chico Dylan se veía realmente mal y por alguna extraña razón no quiso que lo acompañará. Recuerdo que iba caminando y lo vi tirado ahí en el piso se veía tan frágil. Me dio lástima verlo así, algo en mi corazón se removió.

Llegue a mi casa y lo primero que se me vino a la mente fue observar por la ventana de mi habitación si Dylan llegaba y en que condiciones. La ventana de mi habitación daba directo a la casa de Dylan.

Me sentí como esas típicas novias celosas que espían a su novio a escondidas, no es que no sea celosa pero tampoco una celópata Al cabo de 10 minutos lo ví pasar hacia su casa; iba muy tranquilo.

Al verlo casí entrar, noto como el sintió mi mirada sobre el porque inmediatamente se giro hacia donde me encontraba, sentí como mis mejillas se tornaban de un color carmesí y rápidamente entre sin ver su reacción.

Ay no, ahora si que Dylan pensará que lo estoy persiguiendo ¡Que pena! De tanto pensar caí en un profundo sueño.

Abro mis ojos y me siento en mi cama, a mi alrededor había gran cantidad de humo. Todo era confuso.

Me levanté y el humo aún seguía ahí, fijo mi mirada en la mesita de noche y había una pequeña caja color plateado. La tomo entre mis manos con delicadeza, la abro lentamente y puedo notar lo húmedas que estaban mis manos debido a los nervios.

Termino de abrir la caja y quedo sorprendida al ver lo que había en esta, una foto de mí y otra de Dylan. Lo extraño es que detrás de mi foto había algo escrito "Ella es tu cometido"

Esas palabras me desconcertaron por completo, era algo que no entendía. Guarde las fotos en la caja y lo volví a colocar sobre mi mesita de noche. El humo, no se había ido cada vez eran más grandes cantidades, me costaba respirar.

Hasta que... Suena la alarma indicando que era hora de levantarme para ir a clases. Todo había sido un sueño que se había sentido muy real.

2 horas después

-¿Como va con su tarea señorita Mía?- pregunta Alexander cerca del escritorio de ella.

-Bien, gracias- dice incómoda

Ese idiota la esta incomodando, no soporto verlo cerca de ella. Tiene que entender que Mía es de mi propiedad, solo yo puedo estar cerca de ella y tendré que hacérselo entender por las malas.

30 minutos después

Mía caminaba cerca de los lockers algo pensativa, trataba de buscar significado a su sueño pero no lo entendía. Parecía un acertijo, el cual no podía descifrar.

Sintió detrás de ella una respiración lenta y calmada. Poco a poco se fue volteando hasta encontrarse con los ojos cafés de Dylan, ambos estaban conectados a través de su mirada.

Mía decidió romper ese momento, ya se estaba sonrojando nuevamente aún no entendía que le pasaba con Dylan.

-Eres tan Mía- dijo Dylan para el mismo

-¿A que te refieres con eso?- dice con cara de confusión

-Eso significa que me encanta tu nombre Mía- dijo claramente mintiendo.

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N/A

Gracias a todas aquellas personas que leen esta novela y votan me llena de emoción. Me encantaría ver comentarios sobre como les parece la novela recuerden que eso motiva al escritor ❤❤❤

No sean fantasmas!! 

Esquizofrenia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora