II

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Si dijera que Alyson acepto el hecho de que a mí me ofrecieron entrar y ella no lo logró, les estaría mintiendo.

Se pasó toda la noche de ayer intentando convencerme de no ir, amenazándome de que si iba me haría cosas horribles, y llegó al punto de poner fresa en mi batido de naranja. Soy terriblemente alérgica a las fresas, se me cierra la garganta, la última vez me internaron por una semana, pueden creer que mi hermana haya hecho algo así? No? Pues yo si...

En fin, nada ni nadie evitaría que fuera...

Estoy camino a la escuela, tuve que ir a pie, puesto que mi hermana se negó a llevarme, y acabo de cumplir mis 16 y aún no tengo mi licencia.

Al llegar, me quede sin habla... era impresionante, la escuela era increíble... nada relacionado con las otras escuelas a las que he ido. Los salones y los casilleros son normales, pero todo está pintado de colores estridentes y hay chicos y chicas bailando, actuando, cantando y tocando instrumentos por todas partes.

Otra cosa es su tamaño, es gigante, dos pisos, corredores que van y vienen, si no conoces bien, te pierdes aquí dentro, me siento en el laberinto de Dédalo. Así que, que se hace en un momento como este? Pedir indicaciones sería lo más sensato.

- Oye, disculpa necesito llegar a...

- Tu eres Annabeth verdad?- era una chica de piel algo morena, con el cabello cortado irregularmente y decorado con plumas. Tenía unos ojos muy extraños, aunque no se dé que me quejo, además de mi hermana y mi mamá, no conozco a más personas con ojos grises.

- Sí, soy yo, como sabes mi nombre?

- Es broma verdad?, en el colegio no hacen otra cosa que hablar de ti... cantaste asombroso ayer, y nunca, nadie, jamás ha entrado por invitación de los profesores... Impresionaste al señor D, y ese sujeto no se impresiona con nada... sería imposible no reconocerte.

- Bueno... gracias, aunque todo esto es nuevo para mí.- dije apenada.

- Tranquila, todos estuvimos en tu lugar... Ven, te doy un recorrido, soy Piper por cierto...

- Un placer Piper, y gracias.

- No hay de que Annabeth.

La chica me dio un recorrido por el gigantesco establecimiento, terminándolo en la clase de Apolo.

- Y esta es la clase de Apolo, y por lo que veo en tu horario, te tienes que quedar...- dijo sonriendo.

-Sí, gracias Piper...

-No agradezcas, ahora siéntate, ya llega el profesor.- dijo.

Me voltee para buscar un lugar, pero choqué con alguien, un chico.

- Lo siento, no te vi, que torpe, discúlpame- dije secando la mancha de café de su ropa, aunque solo lo empeoraba.

- No hay problema, estas cosas pasan... No te disculpes, yo tampoco te vi.- dijo el chico. Cuando levante la cabeza, vi unos hermosos ojos azules que me miraban fijamente. Un chico rubio, apuesto, solo había una anormalidad en su perfecto rostro, una fea cicatriz que le recorría media cara, pero por lo demás no estaba nada mal.- Soy Luke, Luke Castellan.

- Annabeth Chase.

- Si, te oí cantar ayer, bueno, todos lo hicimos, eres asombrosa.

- Muchas gracias Luke.- dije ruborizándome, digamos que me pone un poco incómoda que todos me conozcan en mi primer día.

- No agradezcas, ahora siéntate antes de que llegue el profesor.

Lo hice, y en ese instante entro el profesor de sonrisa blanca, lo destaco tanto porque no podía tener la dentadura tan blanca, parecían perlas!

Escuela de ArtesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora