Capítulo 5

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Blake estaba algo desesperado, quería ver a Matt todo el tiempo y eso lo frustraba porque él mismo había dicho que no sabía cómo se sentía hacia él siendo que él era quien no quería despegarse del rubio en ningún momento. Pero en definitiva se negaba a creer que era homosexual o que tenía un sentimiento hacia el chico.

Estaba aburrido en el hotel, así que salió a dar una vuelta a las cercanías para conocer un poco mejor. Se encontró una pequeña cafetería algunas cuadras adelante. Le llamó la atención ya que tenía estilo vintage.

Entró y se sentó en una mesa que estaba a la esquina y decidió probar la comida local. Cuando la mesera se acercó a tomar su orden.

-No hablo ruso, pero estos Pel...Pelmeni se ven bien, quiero dos de esos, por favor –dijo sonriéndole a la atractiva mesera que lo miraba con picardía.

-Está bien, ¿le ofrezco café mientras tanto? –dijo tocando ligeramente la mano de Blake quien le guiñó el ojo.

-Claro, gracias –dijo en tono coqueto al ver como la chica se iba moviendo sus caderas de manera excesiva.

No está mal para un revolcón –pensó, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por la imagen de la sonrisa de Matt y decidió dejar de coquetear con aquella chica.

Cuando hubo terminado su almuerzo, se decidió a ir a caminar un poco antes de que Matt saliera de la escuela. La ciudad era fría y grande, pero de algún modo cálida y familiar. La gente reía en voz alta y las personas caminaban de un lado a otro en un compás que le tranquilizaba. Pero aún así extrañaba el cálido clima de Australia.

Miró su reloj y probablemente Matt ya estuviera en camino al hotel así que se apresuró a volver.

Cuando estuvo a punto de llegar, vio un Aston Martin One-77 estacionado fuera del hotel, se quedó boquiabierto ya que amaba los autos y ese era un raro ejemplar.

Matt bajó de él mirando su móvil hasta que cruzaron miradas.

-¿Ese es tu auto? –preguntó Blake con curiosidad

Matt se miró algo incómodo y asintió.

-Vamos a ir un poco lejos así que tuve que traerlo...¿Quieres conducir? –dijo en tono tímido.

Blake no dudó ni por un segundo cuando ya estaba en el asiento del piloto.

-Te daré instrucciones de cómo llegar –dijo Matt poniéndose el cinturón de seguridad.

-Claro, pero... ¿cómo es que tú nunca usas tu auto? –preguntó Blake acelerando hacia la carretera principal.

-No me gusta conducir, además que es algo... llamativo y no me gustaría que las personas sólo me hablaran por lo que tengo por eso siempre voy a pie, aunque mi padre desapruebe que mi regalo de cumpleaños esté estacionado en el garaje. –dijo Matt con una risilla

-Te entiendo... no te preocupes, y dime. ¿Dónde vamos? –preguntó Blake

-Tú solo sigue conduciendo, ya lo verás

Matt lo guió por varias calles por una hora aproximadamente, sentía su corazón latir muy rápido porque no sabía si a Blake le gustaría la sorpresa.

-Estaciona ahí y seguiremos a pie, pero toma esa chamarra que hay en la parte de atrás –dijo Matt con un tono emocionado.

Blake lo siguió sin hacer más preguntas porque podría arruinar la sorpresa.

Al llegar no podía creer lo que veía, la pista de hielo estaba iluminada completamente. Caminaron por una pequeña arboleda llena de luces LED. No podía creer que Matt hubiera pensado en eso cuando Blake mencionó la vida nocturna de la ciudad, pero estaba más que encantado, todo estaba iluminado y parecía tan...natural a la vez.

Amor a distancia (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora