El Codex Vaticanus (Bibl. Vat., Vat. gr. 1209; Gregory-Aland no. B/03) es uno de los más antiguos manuscritos conservados de la Biblia, ligeramente anterior al Codex Sinaiticus, y probablemente copiado, como aquél, durante el siglo IV. Está escrito en griego, con un total de 759 hojas de pergamino, en scriptio continua (estilo de escritura en el que no se utilizan espacios para separar las palabras) y con caligrafía uncial ( tipo de escritura en el que todo el texto se escribía en letras mayúsculas), tratándose de uno de los cuatro grandes códices unciales [1]. Desde el siglo XV se conserva en la Biblioteca Vaticana. Se llama Códice Vaticano, como es evidente por el lugar en que se conserva, aunque realmente nadie sabe como llegó allí.
Descripción
El manuscrito es un volumen en cuarto, en cuadernillos de 5 hojas cada uno, similar al Codex Marchalianus o al Codex Rossanensis. El número de los cuadernillos se encuentra a menudo en el margen del Códice. Originalmente debió estar compuesto de 830 hojas de fino pergamino posiblemente de antílope, pero aparentemente se han perdido 71 de ellas. Así, el Viejo Testamento ocupa 617 y el Nuevo Testamento 142. El tamaño actual es de 27x27 cm aunque fue perfilado por lo que el original tenía un tamaño mayor. El Códice que actualmente consta de 759 hojas, está escrito en 3 columnas con un total de 40 a 44 líneas por página y 16 a 18 letras por línea. El manuscrito es de los escasos que se conservan del Nuevo Testamento escritos a tres columnas. Sólo otros dos (Uncial 048 y Uncial 053) siguen este sistema.
La escritura es pequeña y ordenada sin ningún tipo de ornamentación ni letras capitales. Las letras equidistan perfectamente unas de otras sin separación ninguna, de forma que cada línea aparenta ser tan sólo una palabra de una longitud inusitada. Hay escasos signos de puntuación (aunque alguno ha sido escrito por una mano posterior) salvo algún que otro espacio en blanco, diéresis y abreviaturas de nombres sagrados (nomina sacra) y citas del Antiguo Testamento (estas mediante comas invertidas tal y como ocurre en el Codex Alexandrinus). Tampoco hay divisiones en capítulos o secciones como es habitual en otros manuscritos. No obstante, el número de columnas a veces cambia, siendo a veces de dos (en los libros poéticos del Viejo Testamento) e incluso una (Pentateuco, Jueces, Ruth, Reyes,...).
De acuerdo a Tischendorf el manuscrito fue escrito por tres escribas (A, B, C) dos de los cuales aparentemente escribieron el Antiguo Testamento y el tercero el Nuevo Testamento. El Codex contenía originalmente una copia completa de la Biblia de los Setenta ("LXX") y del Nuevo Testamento, pero las páginas 1519 - 1536 (desde Hebreos 9,14 hasta el Apocalipsis) se perdieron y en su lugar hay un minúsculo suplemento (folios 760-768) del siglo XV y son catalogados de forma separada como el minúsculo Codex 1957.
El texto griego de este códice es una representación del tipo textual alejandrino. Kurt Aland lo ubicó en la Categoría I.
El Codex Vaticanus es uno de los manuscritos de más importancia para la crítica textual y es uno de los ejemplos más destacados del tipo textual alejandrino. Fue ampliamente utilizado por Brooke Foss Westcott y Fenton John Anthony Hort para su edición del Nuevo Testamento griego de 1881. El manuscrito contiene misteriosas diéresis (en alemán: umlaut) en los márgenes del Nuevo Testamento, lo que parece indicar posiciones de variantes textuales. Aparecen claramente 795 de ellos en el texto y quizás hasta 40 más (difíciles de asegurar). La fecha de estos signos es objeto de discusión entre los expertos. El propio Tischendorf reflexionó sobre su significado sin ninguna conclusión clara. Curiosamente los mismos signos aparecen en el Codex Fuldinensis. Además en la página 1512 al lado de Hebreos 1:3 el texto contiene una interesante nota marginal: "Loco y bribón, deje la vieja lectura y no la cambie"
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© Libros malditos III
RandomTe preguntaras. ¿Por qué el autor siempre empieza con la frase "todo lector será acecinado"? y la respuesta es tan fácil y al mismo tiempo perturbadora. Y la verdad es que la ignorancia nos mantiene a salvo pero detrás del muro donde la vida y el sa...