MARK

Y entonces la vi, salía de clase, tan hermosa, con esa cabellera tan larga y dorada como el sol, nisiquiera volteo a mirarme tan solo salió y siguió su camino, me arme de valor y la seguí, parecía tan concentrada en su libro me acerqué despacio y le dije- si caminas sin ver el camino podrías tropezar- no se me pudo ocurrir nada más, me regañaba por dentro, y entonces voltio y me sonrió, esa sonrisa que me volvió loco, esos dientes tan blancos y perfectos esos labios definidos con un color rosa fucsia que le sentaba de maravilla.
-Oh! Gracias por decírmelo, te aseguro que nunca se me había pasado por la cabeza-
Se que lo dijo con sarcasmo, pero esa voz inundó mis oídos y no me importó lo que dijo, Sonreí y dije - tan solo fue un concejo, me llamo Mark, y tu?- ella me miró con esos lentes tan monas y estiró su mano.
- Rubí, Rubí Morgan- fue algo gracioso pero le tendi mi mano y me la estrecho.
- en que año vas? Y que carrera estudias? Porque es la primera vez que te veo-
- estoy en tercer año, y estudio turismo, Pues también es la primera vez que te veo-
- yo estoy en quinto, pero me quedaré un semestre más porque me faltan materias por cursar, estoy en derecho-  se quito sus lentes y pude ver esos ojos verdes, tan verdes como la selva y esas pestañas hermosas.
- no le has puesto ganas el primer semestre verdad?- pregunto con una sonrisa simpática.
- pues no, tan solo era un crío que quería estar de fiesta- dije con una sonrisa.
Ella se detuvo frente a un edificio, donde alquilaban departamentos los que venían de fuera- no eres de aquí?- pregunté distraído, con las manos en su bolso buscando algo respondió- no, soy de Nueva York , vivo con mis hermanos en un departamento de aquí- puso una mueca graciosa y sacó su móvil marco un número que pareció contestar al instante- estas en casa? Me he dejado las llaves dentro puedes abrirme?- dijo y colgó me sonrió y dijo- sin querer me has acompañado a casa, muchas gracias ya hablaremos cuando nos veamos en la U- se puso de puntillas y me dio un beso en la mejilla.
- me estás echando?- sonrío tímidamente.
- no quiero ser descortes pero mi hermano es muy celoso y más el que va a salir a abrirme la puerta, tan solo quiero...
Un hombre rubio con el cuerpo bien marcado y transpirando abrió la puerta, puso una mueca al verme ahí, pero me tendió la mano, y Rubí rápidamente nos presentó- el es mi hermano Franz, Franz el es Mark un amigo de la Universidad- le estreche la mano con una sonrisa porque ya lo conocía, pues era uno de los más revoltosos en su carrera, y ya nos habíamos topado en una que otra pelea de calle,- como estas hermano- dije con una sonrisa de cómplice la cual me devolvió.
Rubí se despidió y entró con Franz, mientras cerraba la puerta vi que tomaba su bolso y se lo llevaba él, deben ser muy unidos pensé en mis adentros, cuando llegó un chico rubio muy apurado casi empujandome a abrir la puerta, se parecía mucho a Franz tan solo que este era más delgado y parecía más delicado, al percatarse de mi presencia voltio y me pidió disculpas y entró dando un portazo, me marché felíz, aun nose muy bien porque pero estaba felíz, aquella chica hermosa conversó conmigo sin ningún reparo, y me dejó hipnotizado.
Y yo no era feo, era alto blancon, ojos celestes, cabello negro, no tenía un cuerpo marcado pero tenía buen porte, y lo sabia porque muchas mujeres me rogaban  para que este con ellas, al igual que al hermano de Rubí, él era un casanova, ya tenía una lista de mujeres llorando tras de él, aunque yo no me quedaba atrás, igual era un mujeriego por así decirlo, trabajaba de barman en el bar la rosa negra, pues en mi casa faltaba el dinero, tiempo atrás habíamos tenido mucho dinero pero por una mala inversión de mi padre nos quedamos sin nada, más que con unos cuantos pesos para comprar una casa de clase baja, y vender todo para pagar todas las deudas de mi padre, él muy desgraciado se suicidó dejándonos con todas sus deudas se que no esta bien pero nunca podre perdonarle lo que hizo, mi madre desde entonces se desvive trabajando para intentar pagar, algunas noches la escucho llorar en su cuarto, porque en los días malos no nos alcanza ni para la comida, y eso que tan solo somos ella y yo, por eso me puse a trabajar y he descuidado un poco la Universidad, pero vale la pena porque desde hace tres años yo me mantengo solo y ayudó a mi madre con lo que puedo, también llevo comida a casa, no visto de marca pero visto bien.
Al contrario de Rubí, por lo que sé de Franz, están muy bien parados, tienen dinero lo suficiente para darse el gusto de llegar en una 4 x 4 a la Universidad todos los días.
Estaba en casa levantado mi ropa para lavarla, llegó mamá, la mujer más fuerte que he visto en mi vida, sin duda es mi heroína.
Llegó con esa sonrisa que siempre tiene en el rostro a pesar de todos sus problemas ella tiene una sonrisa para mi, Anabell Bustrag, hubiera querido tener tan solo su apellido de soltera, pero llevaba el apellido de mi padre Onniel, el gran Onneil que se fue a la quiebra por capullo, mi padre fue un magnate en el área de derecho,le duró muy poco, mi madre siempre dijo que sus amantes lo llevaron a la ruina.
-porque estas tan pensativo hoy?-interrumpió mi madre
-no es nada madre, hoy conocí a una mujer hermosa, no sería exagerar si te dijera que podría ser mi futura esposa- dije con un tono de voz risueño, mi explotó en un carcajada
-no me hagas reír Mark, tu heredaste todos los genes de mujeriego de tu padre, y estas muy joven para pensar en casarte, no digas babosadas y sientate a comer o me lo como yo -
-que experimento comeremos hoy?- mi madre siempre se las ingeniaba para cocinar algo nunca antes visto, aun que la mayoría de su comida era chatarra, ella seguía conservando ese hermoso cuerpo que conocí desde muy pequeño
-no te hagas el gracioso y siéntate-

No La Toques!! Ella Es Mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora