¡Hola, mis cookies! Esta vez les traigo un Fanfic, de Amino, otra vez :v, de Omega Alphys.
La idea para este Fan-Fic se me ocurrió gracias a la pelea contra Alphys Neo de Unitale, se que esto quedará horrible, pero valía la pena intentarlo :'v.
Cuando lean, si gustan, pongan la música de arriba para más sentimiento 7u7
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No... ¡No! ¡Esto no puede estar pasando! ¡No! Pensaba que... Pensaba que Undyne podría detenerlo, pero me he equivocado, ¡Ahora Undyne está muerta y todo es mi culpa! Podría haberlo detenido, pero no, todo por mi egoísmo de aparecer, de ser un "personaje" de su historia, todo Snowdin, Waterfall y casi Hotland están casi vacíos. ¡Debo de evacuar a los que quedan! Pero... El humano viene para acá y ya es demasiado tarde, todo por quedarme viendo la pelea. Debo.. Debo hacer algo... Pero no puedo, ¡No puedo hacer nada! ¡Soy una completa inútil! No... ¡Ahora no debo sentirme así! ¡No hay tiempo para eso! Iré a avisarle a Asgore.
Narrador Universal
Alphys corría tanto como sus pies le permitían, la adrenalina y el dolor corrían por sus venas, haciéndola no reaccionar de la manera más inteligente y cuerda posible, así que le dijo a Mettaton que mantuviera ocupado al humano, este acepto, con la confianza que podría distraerlo el tiempo suficiente para que Alphys pudiera avisarle a Asgore.
Corría tanto que sus pies ardían, hasta que, finalmente, llegó al ascensor, paso rápidamente y con sudor en su frente por los pasillos que restaban, descansando de ves en cuando, agitada por el recorrido.
Corrió hasta la sala del trono, encontrando al rey, regando tranquilamente las hermosas flores doradas de su jardín. Escuchando la respiración agitada de su científica real, se dio la vuelta.
- Oh. ¡Hola Alphys! ¿Qué se te ofrece? -. Preguntó este amablemente.
- S-Señor, e-el humano está asesinando a todos los monstruos, Y-ya he alertado a los que quedan, p-pero, señor, ¡Tenemos que hacer algo! -. La preocupación se notaba en su voz, temblaba y tartamudeaba, estaba realmente asustada.
- ¿A sí? Bueno, tal vez, podríamos hablar con él, tal vez no sea tan malo, después de todo, no queda mucho más por hacer -. Su todo de voz se fue volviendo serio a medida de la conversación.
- A-Asgore, c-con las almas prodrí-. Unos pasos la interrumpieron.
El humano había llegado...
Rápidamente, Alphys se escondió detrás del trono en el centro de la habitación, mientras observaba como Asgore trataba de hacer entrar en razón al humano.
Una flor apareció al lado de ella, con un gesto de profundo miedo, ella lo reconoció de inmediato, pero eso no importaba ahora, tenía que ver si todo iba...
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Ya era demasiado tarde...
Lágrimas corrían sin control por su cara, Asgore había muerto, ella podía haber hecho algo.
Con odio puro, corrió con todas sus fuerzas hacia el salón de las almas, mientras el humano la perseguía con una sonrisa en su rostro y sus mano llenas de polvo.
Corrió como nunca había corrido en su vida, lo hizo por todos los monstruos caídos, por Papyrus, por Undyne, por Asgore, por la humanidad y hasta por la pequeña flor que se había escondido a su lado. No podía rendirse tan fácil. No podía quedarse sin hacer nada.
No otra vez.
Finalmente llego y, apresuradamente, sacó las Almas humanas de sus contenedores. Las fue absorbiendo, sintiendo los drásticos cambios en su anatomía, sintiendo todo ese poder correr por sus venas, toda la DETERMINACIÓN que ella había provocado.
El humano finalmente llegó a la sala, sorprendido de la nueva forma de Alphys, pero aún así no se rendiría, no importa cuantas veces se alterara la linea por si sola, no iba a dejarse vencer por nadie.
Alphys se dio la vuelta hacia el humano, no, lo que sea que fuera, sabiendo lo que se avecinaba.
Por Undyne.
Por Asgore.
Por todas las personas a quienes les a fallado.
- Muy bien, veamos de que estas verdaderamente hecho -. Y así, la batalla comenzó...
