Los meses pasaban y yo veía a Igneel como mi héroe. Hasta que un día Lucy regreso llorando junto con una Erza golpeada sujetando a Wendy con fuerza. Mientras que ella lloraba con fuerzas.–¿Qué pasó Lucy, mis niñas?
Se acercó Gray al igual que yo.
–El señor iba a golpear a Wendy porque no se calla, y Erza se metió a defenderlo y yo no supe qué hacer.
Ese día me enoje y fui con Igneel a ver qué ocurría.
No supe que pasó conmigo, solo recuerdo sentir un buen puñetazo en mi cara.
Los años pasaron y la violencia aumentaba. Wendy ya caminaba y era muy torpe.
Estaba en el jardín cuando llegó Lucy junto con Erza, Gray y la pequeña Wendy. Comenzamos a jugar con ella, terminamos llenos de lodo.
Igneel nos vio y nos regaño. Enseguida regresamos a casa, cargue a Wendy, mientras que todos iban por su mudas de ropa, nos bañaríamos todos juntos. Siempre era más divertido así.
Llegaron todos y comenzamos a jugar en el agua.
Recuerdo ese día perfectamente, tenía diez años.
Igneel entró y lo invitamos a tomar el baño.
Ni siquiera pude hacer nada cuando ese cerdo comenzó a toquetear a Lucy y mucho menos cuando hizo que Erza se la chupara frente a nosotros.
Nunca olvidaré los lloriqueos de Wendy siendo casi ahogada por ese monstruo.
La sangre de Gray pintando el agua de la bañera.
Y menos cuando me hizo verlo a la fuerza.
Era observarlo u mirar como iba a violar a Wendy.
Lo siento chicos.
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¡Somos los dueños del mundo!
FanficLa historia detrás de ¡Somos los dueños del mundo!