El vengador (Dramione)-[EEDLS #2]

10. Navidad.

   Llegó el dia. La semana de vacaciones por navidad comenzaba. Esa mañana Draco se levantó esperanzado, se cambió, desayunó y fue a buscar su maleta para irse a la estación. Había empacado hacia ya varios días. Antes de salir de Hogwarts, volvió a comprobar si tenia los regalos para Hermione. Lo había comprobado como diez veces en dos días pero aun así volvió a fijarse por ultima vez. Se subió al tren y sonrió con el dulce traqueteo cuando este arrancó. Cada trac-trac que el tren hacia, significaba que estaba cada vez mas cerca de ver a Hermione. Se preguntó qué pensaría ella cuando por fin se encontrarán nuevamente y deseó que esté bien.
   Finalmente una voz femenina anunció que estaban llegando. Bajó en la estación de Londres donde su madre lo esperaba y juntos se transportaron a la mansión Malfoy.
   Entró y se encontró con que Voldemort se había ido. Fue un alivio saber que no habría tanto movimiento de mortífagos al menos durante esos días. Cuando llegó fue derecho a su habitación, sacó los regalos para Hermione y se dirigió al sótano. Por supuesto, antes comprobó que nadie no viera.
   Abrió la trampilla y llamo:
  -¿Hermione?¿Estas ahí? Esta semana es navidad, te traje unos regalos.
   Hermione, andrajosa y despeinada, se acercó a donde la luz llegaba.
  -Dejame salir de aquí.
  -No puedo, nos matarían. Pero... Te traje regalos.- le extendió la bolsa llena de dulces. Hermione la agarró y farfulló un "gracias" casi inaudible.
  -Hablé con Dumbledore. Dice que la orden del fénix te ayudará. Intentaré comunicarme con él para que sepa que Voldemort no está aquí ahora, quizás pueda venir.
  -Eso espero... Gracias Draco.
  -De nada... Bueno, si quieres ya me voy... No quería molestar.
  -No me moletas... Sabes, podrías quedarte a hacerme un poco de compañía.
   Draco no pudo evitar sonreír. Le recordó a los viejos tiempos.
  -Claro, por supuesto.
   Y así pasaron juntos una tarde entra risas. Casi era como antes pero, por supuesto, esta vez tenían miedo de verdad y esta vez no hubieron besos de por medio. Sólo fueron amigos por un rato.
   De vuelta en su cuarto, escribió una carta a Dumbledore avisándole que Voldemort no estaba, por supuesto escrito en códigos, y envió la carta con una lechuza cazadora de la mas común que encontró. Así no llamaría la atención.
   Cuando se fue a dormir esa noche, Draco se sintió feliz de haber pasado tan buen momento con la persona que amaba. Casi había logrado olvidar por un momento que los malos momentos se acercaban...

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