Emma

Alguna gente suele decir: "Cuando el destino predice, nada lo detiene"

Un claro ejemplo es la vida de Emma; una adolescente que fue elegida para ser la "burla" de sus compañeros de clase desde el quinto grado.

Por suerte ya tenía trece años y estaba por comenzar el secundario. Ella nunca habló de lo que le sucedía en el colegio. Tal vez porque su inconsciente quiso convencerla de que todo mejoraría algún día. Pero fue así que se vio en problemas el primer año de secundario. Pudo darse cuenta que en realidad no tenía a nadie, sino que debía enfrentar al mundo por sí sola, y que su autoestima ya no era la misma. Había sido completamente destruida a lo largo de su vida, solo que ella no pudo verlo.

Unanoche antes del primer día de primer año Emma no podía dejar de pensar en cómola verían sus nuevos compañeros de curso, sí haría amigos, o no.

Intentó pensar en positivo y luego de casi contar trescientas ovejas,logró dormirse. Incluso durmió mejorque nunca.

A las ocho de la mañana, ya estaba lista para tomar el autobus hacia el colegio.

Pasadas las cuatro de la tarde, el turno escolar había terminado. Emma había disfrutado tanto su primer día que volvió a su casa sorprendida y muy contenta. Al llegar a su casa notó algo muy extraño: su madre, que siempre estaba limpiando o cocinando alrededor de esas horas, estaba recostada en su cama. El padrastro de Emma estaba sentado junto a su mamá. La joven se acercó lentamente a la cama, para poder abrazar a su madre, pero ésta se mantuvo distante. Justo cuando la joven iba a hablar, su pequeño hermano David entró en la habitación. 

Éste recién se levantaba de su siesta diaria y quería encender la luz del cuarto para no tropezar con nada. Cuando el niño la encendió, el padrastro lo sacó de la habitación con la intención de ocultarle algo. Al ver esta situación, Emma volvió la vista hacia su madre y pudo ver golpes y heridas en su cara y cuerpo. Desesperada, comenzó a preguntarle qué era lo que había pasado a los gritos. La madre iba a hablar, pero vio que su pareja entró en el dormitorio y no mencionó ni una palabra.

Esa noche, luego de pensar intensamente en lo ocurrido, Emma se dio cuenta de lo que le había sucedido a su madre. Lo comprendió todo. Así, se acercó a su padrastro y comenzó a gritarle. Eso fue un error, ya que éste la golpeó fuertemente en su ojo derecho. En ese instante, Emma supo que debía guardar silencio.

Horas después su padrastro amenazó con matar al pequeño David si alguna de las dos decía algo de lo sucedido.

Así, Emma vivió amenazada y asustada los siguientes meses de su vida, sin lugar en donde proyectar sus emociones, y conservando un secreto muy oscuro. Luego de un tiempo, comenzó a hacer pequeños cortes en sus brazos y piernas con el objetivo de descargarse y desahogar sus sentimientos.

Le pareció un tema interesante, investigó en internet y vio que existían grupos en las redes sociales en donde se hablaba de las sensaciones que los cortes brinadaban a cada uno de los miembros del mismo.

Un día, sin previo aviso, un chico nuevo entró al colegio. Su nombre era Theo. El joven era morocho, tenía ojos color castaño claro, iguales a los de Emma, era alto y simpático, pero muy tímido. Desde un principio sintieron atracción el uno por el otro, y al poco tiempo comenzaron a salir y entablaron una relación estable.

Cinco años más tarde, esa relación seguía firme. Él estudiaba marketing y ella psicología. Para ese entonces, su padrastro estaba en la cárcel por violencia y maltrato hacía ya dos años.

Emma trabajaba para una revista, en la que escribía pequeñas notas dando consejos a adolescentes en problemas. Así, compartía experiencias personales.

En una de sus notas, expresaba el amor hacia sus dos pasiones y sus únicas dos razones para vivir: su novio y la música. Allí expresaba el amor que les tenía y explicaba como la habían salvado y ayudado a progresar. Si ella había podido lograrlo, cualquiera podía hacerlo, incluso si se encontraba en la oscuridad máxima.

Luego de unos meses, Theo le pidió casamiento. Emma no dudó su respuesta y muy pronto comenzaron con los preparativos para el gran día.

Porfin ella empezaba a disfrutar de su vida cuando una llamada laalteró nuevamente: Theo estaba en el hospital y muy grave.