Capítulo uno

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Scher-K

Has amado tanto que sientes que no podrás respirar si no compartes el aire con quien amas, o que sientes que tu vida no es vida si no está a tu lado, o cuando sientes su presencia tu cuerpo reacciona a ella, tu piel a su tacto, tu interior a su co...

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Has amado tanto que sientes que no podrás respirar si no compartes el aire con quien amas, o que sientes que tu vida no es vida si no está a tu lado, o cuando sientes su presencia tu cuerpo reacciona a ella, tu piel a su tacto, tu interior a su contacto de un modo que creíste sería imposible, a explotar de placer con solo saber que te ama, a olvidar respirar porque todo tu ser está concentrado en vivir el placer que te provoca, tener un orgasmo con solo escuchar tu nombre salir de sus labios, gritar como una loca su nombre y hacer la declaración de amor más pura al llegar al clímax y escuchar lo mismo salir de su cuerpo en ese instante, el quedar rendidos de tanto amor que hay entre ustedes, el que con un beso te arranca del abismo más profundo, el que hace todo por quitarte el dolor incluso si debe provocar otro porque sales o sales. El respetar el espacio de recuperación aunque mueras por abrazarlo porque sabes que no son tus brazos los que necesita, estar ahí a su lado siempre y para siempre, el amarlo desde el centro de la tierra hasta el infinito y más allá... bueno yo lo viví... yo lo perdí... y yo volví a recuperarlo porque Sean André nada ni nadie te amo, ama y amará más que yo.

Porque desde que te reencontré, mi vida volvió a tener sentido. Porque nuestros cachorros me gritaron que era el momento. Por eso mi vida llegó el momento que juntos contemos nuestra historia de cómo nos amamos, como la vida nos separó como nuestra princesa nos reunió.

Estas es nuestra historia la verdadera historia.

Desde que nací supe que estaba destinada a él, así eran las cosas aquí, las diferencia entre las familias eran de la puerta hacia fuera los de derecha o izquierda, de arriba abajo, católicos, ateos, judíos, daba igual el color, partido o equipo, los hijos se casan entre ellos, el amor no es un factor decisivo, te dabas cuenta muy pronto, no somos más que una moneda de cambio en ese mundo. Pero fui afortunada, porque el amor de mi vida vivía justo a mi lado y era un 'buen partido' decía mi padre, los suyos no tenían tiempo para ver lo que pasaba entre nosotros, las miradas que nos dimos de niños, cuando nos tomábamos las manos escondidos, cuando nos escapábamos de clases para ir al parque, o cuando mis padres nos dejaron la casa a solas para que consumáramos nuestro amor, ambos sabíamos lo que ellos pretendían, pero no nos importaba, era un obstáculo menos, ya que los padre de Sean ya habían abierto la temporada de caza, sin importarles que nosotros fuéramos uno prácticamente desde que nacimos, un juego de niños dijeron y qué negocios son negocios.

Nuestra vida era fácil ellos se olvidaban de nosotros mientras no saliéramos en las noticias, rompe esa regla y el boleto sin regreso al extranjero era lo primero que obtendrías.

Y eso nos pasó cuando una noche que para variar estábamos solos en mi casa y las caricias subieron de tono, que nuestros cuerpos reaccionaron al cuerpo del otro, cuando dejamos de pensar que era pecado como decían en la Iglesia o nos enseñaban en el colegio, no nos fue posible detenernos como las otras veces, simplemente no pudimos evitar que como dijo mi tigre 'ropa fuera' me guió hasta mi cama, con los ojos cerrados retrocedí entre sus brazos, me dejo caer lentamente en mi cama con sábanas seda moradas, luego con una agilidad felina avanzamos hasta quedar en el centro del que sería nuestro nidito de amor y si nidito porque ese día ocurrió el milagro más importante de nuestras vidas, él recorrió lentamente mis piernas, mientras yo me dejaba llevar por el placer, recorrió mordiendo cada fibra de mí ser, y yo tuve un orgasmo con cada mordisco, recuerdo haber rogado para que finalmente me penetrara, rogué, supliqué y exigí al punto de casi llegar a las lágrimas pero tú lo hiciste antes de tener que recurrir a eso, esa noche ambos brillamos, ninguno sabía que eso era posible, pero lo fue, alguien sabe lo que es que tu vagina libere tanta energía que sientas rayos en tu interior, yo lo he sentido, no sabes si reír o llorar, pero te inclinas por sólo gemir y decir 'ay Dios' gritar su nombre en el orgasmo final y escuchar tu nombre salir de su boca, caer rendidos y dormir desnudos y abrazados sin importar mañana. Pero nos equivocamos, mañana si importaba, porque con el paso de los días los cambios en mi cuerpo comenzaron a ser evidentes, hasta que el palito blanco confirmó lo que felizmente sospechábamos, estábamos embarazados.

Cuando una pantera une a la jauría de tigresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora