CERO.

Capítulo 1

MILÁN

OH vamos ¿Es enserio? ¿Justo hoy tiene que pasarme esto?

Lleno la pequeña taza de cereal con la poca leche que ha quedado soy una completa idiota, al sacar del refrigerador mi leche especial está se derramo en mis manos y cayo sobre mi vestido dejándolo empapado. Observo sin ánimo mi desayuno, estoy agotada. Anoche estuve hasta tarde desempacando las pocas cajas que quedaban, el banquillo a mi frente es echado a un lado y Sara toma asiento. No me había percatado de su presencia mi cara arde de la vergüenza, ella vio todo el desastre de hace un momento.

-Señorita yo limpiaré todo ¿Quiere que le prepare algunas tostadas?.-levanto la mirada de mi triste desayuno y le regalo una calida sonrisa, niego.

-No te preocupes Sara, comeré algo más en la cafetería del Instituto. Y aceptaré que me ayudes a limpiar este desastre porque ya voy un poco tarde y no alcanzaré a llegar a tiempo.-bajo la mirada a mi reloj de mano ¡Rayos voy atrasada 25 minutos! salto del banco haciendo que la cuchara que tenia en mano quede estrellada en la oscura mesa de madera, la rodeo y me inclino un poco. Deposito un suave beso en su coronilla.

-Subiré a cambiarme no olvides que te amo un mundo eres mi salvadora.-lo ultimo sale como un grito, sin darle tiempo a responder subo rápidamente las escaleras al segundo piso. Mientras lo hago a mis espaldas puedo escuchar su sonora risa, ella es tan dulce.

Ya una vez en el pasillo voy a la puerta de mi habitación giro la manilla y entro. Me cambio lo más rápido posible, bajo y salgo de casa.

Tengo suerte y llego justo a tiempo a la parada del bus, mi auto aún no llega de NY. Al mudarme tuve que hacer muchas cosas. Subo y camino hasta el final tomo asiento y me coloco mis audífonos a mis oídos llega Palabras con Sentido de Daddy Yankee su música simplemente es perfecta.

...

El resto de la mañana transcurre normal al parecer le agrado al profesor de Idiomas aunque por momentos llego a pensar que sus miradas son por algo más, controlo las nauseas. Le agradas Milán eso es todo.

Camino por el pasillo a la próxima clase, de pronto alguien tropieza mi hombro fuertemente logro mantener el equilibrio. Una chica y detrás de ella cuatro más, uniformes rosa.

Estupidas Porristas.

Normalmente soy muy tranquila no me gustan los problemas, pero cuando colman mi paciencia soy la peor de las perras.

Contrólate quizá no se percataron de ti, si eso debió ser.

...

-No se les olvide hacer los ensayos.

¡RiN RiN Rin!

El fastidioso sonido indica que ya culminaron las horas de clases por hoy. Fue un día muy ocupado apenas inicio y casi lleno de apuntes mi libreta. Necesito guardar algunos libros en mi casillero así que me dirijo a un pequeño cubículo en busca de la coordinadora del Instituto, por las llaves de este.

-Si ¿Qué se le ofrece jovencita?-detrás de la barra una señora de corto cabello, le calculo unos 46. En su rostro una agotada sonrisa al parecer hoy también fue un día difícil para ella. Le explico necesito me asignen mi casillero y por asuntos de papeles tengo que esperar unos minutos así que tomo asiento en un frío sofá blanco frente la oficina, joder todo aquí es blanco.

Llevo esperando algunos minutos cuando la puerta a mi lado es abierta fuertemente, me sobresalto un poco. Es la oficina del director lo se por el gran letrero de color negro que pude notar al sentarme. Le resto importancia.