ARIA POV'S.
Largas horas de viaje después y habíamos llegado a nuestro destino.
Washington D.C.
Papá condujo hasta un conjunto residencial de grandes casas. Las calles estaban en una extraña tranquilidad y no me gustaban mucho estos lugares porque todo parecía tan...aburrido.
Entramos al conjunto residencial por unas grandes rejas metálicas y papá continuó hasta las últimas casas. Imaginaba que tendríamos que vivir en un lugar lleno de personas narcisistas y ególatras de nuevo.
La que estaba frente a nosotros era blanca y de tres plantas. Tenía grandes ventanales en el último piso y un jardín solo con plantas rojas.
—Bueno, chicos. Bienvenidos a la nueva casa. Aquí si estaremos un largo tiempo —si claro—. Entren y conozcan sus habitaciones que están en la segunda planta. Organicen cada una y nos vemos en la cena. Tengo algo que organizar.
Papá desbloqueó las puertas del auto y salimos de este tomando dirección a la casa. Ellos no sabían que yo ya la conocía.
—Esta noche, hermanita, te invitaré a comer unos muy buenos perros calientes.
Asentí hacia Drake con una pequeña sonrisa. Él paso su brazo por mis hombros y me apretó a su cuerpo.
—De pronto me puedes acompañar a algún club, sabes que eres la más sobria entre nosotros dos a la hora de tomar licor —mencionó.
—Agh. Sabes que no me gusta mucho bailar, no lo hago para nada bien, pero bueno... No puede faltar el inicio de algo sin hacer algo extraño. Además no sé si mamá me deje.
—No hay problema con eso, le dije que te llevaría a conocer la ciudad.
Quité su brazo de mi cuerpo y me alejé un poco de él.
¡Espacio personal!
En dos días iniciaba las clases y él insistía en ir a bailar.
Caminé sola hacia la casa y entré por una gran puerta de madera. Era bastante alta. Las paredes eran blancas, no tenían cuadros u otra decoración muy colorida. Entré a la mayoría de habitaciones donde se podía encender la luz y luego subí a la segunda planta por unas escaleras a la izquierda de la casa.
Todo estaba tan silencioso.
Suspiré acalorada por el clima dentro de la casa y moví mi remera mientras caminaba vi un ancho pasillo que terminaba en una puerta. Había otras dos puestas a cada lado del pasillo y supuse que la última era la que daba con la habitación principal.
Caminé hasta la primera puerta y al abrirla me encontré con un pequeño baño. Paredes de mármol, una bañera, una regadera con puertas de cristal y un retrete al lado de un lavabo.
Hasta el baño olía a tranquilidad.
Giré la manija de la puerta contigua al baño y entré.
Era una habitación no muy grande con paredes azul turquesa y blanco. Un estante de madera negro y una cama doble sin colchón o sabanas.
Era la habitación perfecta para Drake.
Salí de esta aún con el sonido de mi música en los oídos y entré a la habitación en diagonal a la que estaba antes.
Esta tenía el mismo tamaño que la anterior a diferencia que las paredes eran de un purpura pálido y blanco.
Y un balcón.
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¿Quieres guerra? ©
Teen FictionProblemas familiares, extranjeros, amigos que no son normales, enredos, misterio, fiestas, adolescentes, alcohol y diversión. Drama, amistad, locura y bromas. En cualquier momento las cosas podrán cambiar y no todo es realmente como te lo imagina...