Capitulo 10: ¡No hables en nombre de ella!

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Nicolás POV'S.

Poco a poco esto me estaba matando. La constante tos lo decía al igual que las ojeras y los ojos rojos. Tenía que dejar este vicio pero algunas veces llegaba a pensar que si esto acababa con mi vida finalmente estaría de nuevo al lado de mamá. Quería estar seguro de eso pero al estar con mamá, dejaría a Rachel aquí.

Nunca me perdonaría dejarla. No. Ella era la única razón por la que me despertaba día a día. Esa niña sabía muy bien cómo hacerme sonreír y reconfortarme con sus abrazos y besos. No me podía imaginar una vida sin ella.

Le di una última calada al cigarrillo y me recosté contra la pared. El timbre que anunciaba el final de las clases había sonado hacía aproximadamente media hora pero me fue imposible caminar con normalidad.

Tosí y sentí mi celular vibrar. La pantalla se iluminó con el nombre de mi padre.

Iván H: Nicolás, haz de venir a casa y organizarte que tenemos una cena muy importante esta noche. Tardas dos minutos y date por despedido tu auto.

Bufé al leer su mensaje y decidí esperar en el auto unos segundos para sentirme mejor y así manejar hasta la casa. En quince minutos ya estaba allí. Luego de saludar a Dorottea tomé rumbo a mi habitación. Tenía que organizarme pero esa idea no me agradaba para nada.

Recordé todas esas veces en las que asistíamos a reuniones y me vestían con un traje elegante que siempre al final terminaba lleno de tierra.

Cuando llegué a mi habitación me despojé de la remera que llevaba puesta y puse música a un alto volumen mientras movía la cabeza al ritmo de Imagine Dragons.

Look into my eyes, it's where my demons hide...

I need to let you go...

You eyes they shine so bright

I wanna see that light

Esa canción era bastante buena. Luego de escuchar otras cuatro más salí a caminar llegando al final frente a la casa de Joshua y su pequeña hermana, Emily.

Entré con confianza y me tiré sobre la cama de mi amigo siendo observado por Emily.

—¿Tu hermano?

—En el baño. —Señaló la puerta a mi espalda y reí.

Me acerqué a la puerta y tras esta y extraños sonidos se dejaron escuchar. Toqué tres veces antes de escuchar un resoplido.

—¿Josh?

—¿Qué deseas infeliz? Hay otro baño en el primer piso.

Asentí y volví a tocar escuchando un gruñido.

—¿Qué haces, amigo?

— Que te importa— espetó.

— Escucho ruidos extraños, ¿qué haces ahí, Josh?

—¿Para qué quieres saber, infeliz?

Reí y volví a golpear escuchando insultos hacía mí.

— ¿Qué estás haciendo ahí, Joshua Morgan?

— No me llames así, Nicolás Hamilton.

— Bueno —alargué la "e" —, sí no me dices que estás haciendo dañaré todos tus posters de Paramore.

— ¿Qué? No te atreverías, Hamilton.

Claro que no, pero eso él no lo sabía.

— Oh, Hayley se ve bastante guapa, sería un mal que arruináramos su bello rostro.

¿Quieres guerra? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora