Sigo aqui

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Era una fría noche en Snowding, estaba nevando y nadie estaba por las frías calles aquella anoche. A lo lejos, en el bosque se podía notar el reflejo de una luz en tono amarillento naranja saliendo de la caseta de vigilancia mal construida por el futuro guardia real. Dentro de esta se encontraba alguien que nadie esperaba ver, con mucha precaución se había mantenido oculto varias semanas.

Descansaba en silencio aunque alerta, sus cuencas se abrieron levemente viendo el fuego y sintiendo una leve sensación de calidez en sus huesos, mientras se cubría con una amplia y rasgada bufanda bufanda color carmesí. El profundo silencio del bosque provocaba una sensación de bienestar, la blanca nieve era suave al contacto. Las noches eran silenciosas las cuales ayudaban a dormir con tranquilidad, pero el descanso no era su misión allí, estaba atrapado en un universo extraño.

Había estado varios días sin comer ya que no quería que lo descubrieran, revisando en el vertedero encontró unas barras de comida deshidratada dentro de una conservadora. Se llevó todas las que pudo antes de ser visto por alguien, ciertamente eran una porquería pero servía para mantenerse con vida.

Pedir ayuda ni soñarlo, jamás se rebajaría a ese nivel el aún tenía sus habilidades. Mientras comía aquellas barras pensaba en su objetivo el cual estaba en Waterfall, este dormía cálidamente sobre un colchón cubierto con una manta rosa. Sus pares de zapatos colocados a un lado de la cama, sus muchos guantes sobre la mesa de noche y sus ojos profundamente cerrados mientras su mente divagaba entre los más profundos y anhelados sueños.

Su cuerpo relajado enredado entre aquella manta en una forma no tan estética demostraban la pasividad de su sueño, recordando a su contrario a su único y más querido fan una fina línea en forma de sonrisa se dibujó en su metálico rostro. La fría noche estaba por terminar y su rutina diaria comenzaría para espiar al robot que tanto deseaba de una forma egoísta. Cerró sus cuencas disfrutando de la calidez que aún le brindaba el fuego que se mantenía encendido a su lado, esperando la llegada del día de forma sigilosa.

Durante su breve descanso pensaba en el robot, no podía quitarlo de su cabeza recordar todo lo que le había dicho y hecho en su verdadero universo. Recordar verlo casi llorar por su rechazo continuo y que este continuara insistiendo, este universo lo estaba volviendo blando, demasiado para su gusto. Finalmente despertó no pudiendo volver a dormir, sentía remordimiento... porque? él siempre había sido así, era culpa del universo. Ver tanta gente siendo amable, sin violencia no estaba acostumbrado a eso. Finalmente un buen tiempo después de pensar pudo descansar un poco olvidando todo el tema, no quería nada más de ese universo. Al llegar la mañana aun algo dormido abrió sus cuencas y las froto levemente quedándose unos segundos quieto frente al fuego que se estaba terminando de apagar.

Que are contigo pedazo de hojalata... -susurro poniéndose de pie-

Underfell RebornDonde viven las historias. Descúbrelo ahora