My Adictive Drug [XiuBaek]

Capitulo1 - ¿Profesor?

Diviso al muchacho encapuchado que buscaba apoyado contra una de las paredes del callejón. Se sentía un poco nervioso, asustado, ya que no estaba seguro que esperar de un traficante que se apodaba "DobleB", sin otra información. Seguro esperaba cualquier cosa, menos lo que se encontró.

Era una tarde de verano demasiado calurosa y muy apta para pasarla en el parque cerca del lago. Pero Minseok debía culminar ese problema lo más rápido posible sino su ambiente familiar se vería sumamente afectado.

Su hermano, de tan solo 19 años, se había vuelto un adicto. Él sabia que JunMyeon era un joven responsable, pero a veces contra el fantasma de las drogas es difícil luchar. Por eso como hermano mayor tenía el deber de acabar el problema de raíz, tal vez de esa forma evitaría que sus padres lo envíen a rehabilitación, lejos de casa.

Trataría de convencer al traficante de que dejara de venderle a su hermano. Bastante ingenuo ¿No? Pero así era él, un joven tranquilo, respetuoso y de buenas intenciones.

El muchacho misterioso lo miro por lo bajo, a través de su capucha, con recelo.

-DobleB ¿Verdad?- cuestiono el pelinegro a unos pasos de distancia.

-Clave- soltó en seco.

-¿Disculpa?- Minseok lo miro extrañado.

El encapuchado rió soberbio, aun no se podía ver su rostro con claridad, ya que tenia la vista baja.

-¿Novato, eh?- alego sarcástico. -Bien dime tu apodo- finalizo elevando un poco el rostro.

El pelinegro se quedo estático, entendía muy poco sobre estas situaciones. Sabia que se manejaban con falsos nombres por prevención, así que rápidamente revolvió su mente para pensar un apodo ingenioso. No quería parecer presa fácil.

Recordó a un personaje de aquél majestuoso libro que le gustaba leer de pequeño. Tal vez no era la mejor opción pero en ese momento era la única.

-Xiumin- soltó tragando saliva.

-Interesante- dijo con lentitud mientras se erguía al mismo ritmo, dejando a relucir gran parte de su rostro.

Era extraño. Demasiado agradable para ser un drogadicto. Pero presentaba un semblante bastante... Satírico. Cargaba un piercing en el lado derecho de su labio inferior, fue lo único que pudo detallar.

El encapuchado lo miro por unos segundos desconcertado, dirigió su vista de arriba hacia abajo un par de veces, centrándose nuevamente en el rostro del pelinegro.

-¿Qué tanto me ves?- cuestiono Minseok intentando parecer un "chico malo". Mientras que sus tripas se removían dándole nauseas.

Su contrario chisto -Tu no vas a compararme nada. Deja de hacerme perder el tiempo.- alego con un tono molesto.

-Es cierto.- suspiro armándose de valor -Vengo a pedirte un favor.- lo miro a los ojos que parecían oscuros por la sombra de su capucha.

-Debes tener cuidado- rió -No esta bien pedir favores a la ligera- dijo con una sonrisa de costado.

-¿A que te refieres? Es muy necesario- las manos le temblaban pero hacia lo posible por mantenerlas quietas.

-Un desconocido nunca te va a dar un favor gratis- el tono arrogante que utilizo al decirle eso no le gusto para nada.

-Solo necesito que dejes de venderle a un muchacho y su grupo de amigos si es posible.- soltó cabizbajo. -No quiero que mi hermano siga perjudicándose así-.

El joven lo miro con desazón y comenzó a reír.

-Realmente crees que soy el único traficante de esta ciudad ¿Eh?- bufo risueño -Pues, dime su nombre y te cumpliré el favor. Aunque dudo que sirva de algo.- se encogió de hombros con una mueca en los labios, seguro mentía.