Capítulo 1.-

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—¡Corre! —el grito desesperado de Toby resonó en cada rincón de la gran bodega y aún así Happy no fue capaz de escucharlo, estaba absorta mirando a la pequeña niña frente a ella, su mirada agotada y su cuerpo desnutrido la paralizó por un momento.
Toby lo sabía, ella lo sabía, había sido una estupidez ir ahí sin refuerzos, pero no podían esperar. ¡Tenían un plan!, siempre lo tenían. Burlar el sistema de seguridad, Toby distraería al hombre que custodiaba la puerta y ella desataría a la niña y en solo 40 segundos ya estarían en auto yendo muy lejos de ahí, pero ella se quedó más de la cuenta, solo fueron solo 15 segundos de más, no oyó el grito de Toby, no escuchó los pasos tras ella, solo vio el terror reflejado en la mirada infantil frente a ella, pero para entonces ya era demasiado tarde, Happy sintió un fuerte golpe en la cabeza y luego todo se volvió negro.

Oscuridad, era todo lo que había a su alrededor, no sabía si formaba parte de sus sueño o realmente era la realidad que la rodeaba, lo último que recordaba era estar frente a la niña del vídeo —¡La niña!, ¿Donde estaba la niña?, ¿habían llegado demasiado tarde? — hizo a un lado esos pensamientos, primero necesitaba centrarse en la situación, ver que en posición estaba. Le dolía la cabeza, sabía que era producto del golpe recibido, pero eso no explicaba el dolor del resto de su cuerpo, no podía mover los brazos ni las piernas, y no solo por el hecho de tenerlos atados, sino porque apenas podía sentir sus extremidades, o cualquier otra parte de su cuerpo, apenas podía mantenerse despierta, sus párpados pesaban, su cuerpo dolía y se sentía extremadamente cansada. No pudo evitarlo, poco a poco se sumió nuevamente en la inconsciencia, mientras a lo lejos le parecía oír la voz de Toby llamándola insistentemente.

Voces, sollozos, y el sonido de un motor llegaban a sus oídos, su mente estaba confusa y no era capaz de distinguir de qué distancia o dirección provenían los sonidos, ni siquiera era capaz de distinguir el tipo de motor que escuchaba, no obstante pudo distinguir que sus muñecas o tobillos estaban libres de presión, ya no estaban atados. Se negó a abrir los ojos, no sabía si alguien la observaba y no podía dejar que se dieran cuenta de que estaba consciente. Intentó oír lo que pasaba a su alrededor, entonces se dio cuenta de que sentía un zumbido constante que saturaba su oído derecho. No le sorprendió, el golpe que había recibido había sido solo unos centímetros más arriba, y sumado al zumbido, sentía una presión en la parte exterior del oído, el intercomunicador se había metido un poco más adentro en su oído, obstruyendo la audición, pero era capaz de oír algo, aunque la somnolencia le impedía distinguir que.

Sintió movimiento en algún lugar cercano a ella, luego pudo escuchar unos pasos, que parecían dirigirse a ella, y con esto una nueva ola de sollozos y llanto, al parecer había muchas más personas junto a ella, y no parecían estar ahí voluntariamente. Efectivamente los pasos se dirigían a ella, quien fuese se detuvo justo a su lado. Intentento mantenerse relajada y fingir que seguía dormida, pero en cuanto sintió la gran y tosca mano del hombre en su brazo, su cuerpo se tensó e inevitablemente abrió los ojos, frente a ella había una decena de mujeres, todas parecían agotadas, algunas lloraban y otras dormían derrotadas por el cansancio, sus cabellos estaban desaliñados, sucio y llenos de tierra, varias de ellas tenían grandes moretones en el rostro, probablemente se habían resistido. Lo próximo que supo fue que el hombre puso una aguja en su brazo, no fue suave y ella sintió como la aguja quemaba al entrar, el efecto fue casi inmediato, sus párpados se volvieron pesados nuevamente y volvió a sumirse en la inconsciencia.

¡Happy! ¡Happy! ¡Happy!, Podía oír la voz de Toby llamándola, pero no podía responder, su boca estaba seca y apenas podía mover la lengua, a ratos dejaba de llamarla para preguntarle dónde estaba, pero ante cada falta de respuesta su voz se impregnaba de un poco más de dolor y desesperación. Incluso inconsciente, con su cerebro drogado al punto de no poder hacer una ecuación básica, podía distinguirlo, podía sentir el dolor en su voz, incluso en sus sueños podía oír como él la buscaba. El dolor en su cabeza y espalda le indicaron que ya no estaba dormida, sentía el suelo frío y húmedo, su cuerpo estaba a una temperatura inferior a la normal, se preguntó cuánto tiempo llevaba en ese lugar, no había sido completamente consciente del paso del tiempo, podían haber pasado horas, días e incluso semanas. —Happy, sé que estás ahí, sé que puedes oírme—, ¡Toby!, Esa era la voz del genio, Happy tuvo que convencerse a sí misma de que no estaba alucinando, abrió los ojos solo para encontrarse con más oscuridad, intentó moverse, pero su cuerpo pesaba demasiado. Tras descansar un par de minutos nuevamente intentó moverse, sin éxito, tras un par de intentos más se conformó con tocar a su alrededor con su manos y se sorprendió al ver que no estaba maniatada. Tierra, efectivamente el suelo era de tierra y estaba húmedo, probablemente estaba en alguna especie de sótano improvisado. Nuevamente escucho la voz de Toby, pero esta vez no la llamaba ni hacía preguntas, solo tarareaba una canción. Quería llamarlo, decirle que estaba ahí, aunque solo fuera parte de su imaginación, se sentiría bien hablar con él, le ayudaría a aclarar su mente, él siempre encontraba la forma de reconfortarla. Cuando había estado a punto de morir de hipotermia, también creyó que se trataba de un sueño, y al final resultó que realmente era él, quien de alguna forma llegó hasta ella y encontró la forma de salvarla, y confortarla, incluso mientras estaba inconsciente. La había encontrado, incluso con todas las probabilidades en contra.
Abrió sus labios para hablar, pero ningún sonido claro salió de su boca, fue más bien un quejido lastimero, que al parecer fue oído por su interlocutor ya que Toby nuevamente comenzó a llamarla, alguna especie de esperanza se había apoderado de él y era notorio en su tono de voz. Happy lo intento nuevamente, pero su boca seguía seca, la lengua se pegaba al paladar e intentar dormir una palabra resultaba incómodo. —,¿Doc?— finalmente fue capaz de articular la palabra.

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⏰ Última actualización: Apr 28, 2017 ⏰

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