Le Chat Noir

VI

-Feel your eyes, they're all over me~ -Adrien cantaba "Lie de Sean Paul ft. Dua Lipa" mientras daba uno que otro giro con ayuda de la silla de oficina de Marinette. ¿Ella? Bueno, ella estaba sobre su cama, arrepintiéndose de esconderlo- Don't be shy, take control of me~

-¿Cuándo te irás?-preguntó cansada, caminando en dirección hacia él. Quería devuelta su teléfono y sus auriculares.

-Veamos. ¿Quién no dejó ir a quien estos dos días?-entrecerró los ojos. Marinette hizo una mueca de disgusto, fue una decisión precipitada que no tuvo que hacer.

Adrien tomó su traje de Chat Noir con cautela, evitando despertar a la chica pan. Metió las bolitas de pan rellenas en una bolsa junto a la comida que había robado dos días atrás. A punta pie fue hacia la ventana, abriéndola con cuidado. Cuando una de sus piernas cruzó el otro lado, sintió un tirón en la herida y un golpe en la espalda.

Había sido una chancla.

-¡No te irás de aquí hasta que estés curado!

-¿Quieres que recite tus palabras, Dupain? Porque me las acuerdo al pie de la letra-sonrió de lado, irritando a la chica que le arrebató el teléfono antes de que se moviera- ¡Oye!

-Al menos deberías de conseguirte ropa para ti, papá debe de estar sospechando. Además, manchas todo con comida.

-Significa que estoy bien alimentado.

-Demasiado alimentado-suspiró- Saldremos a las cuatro, mis padres tienen que ir al banco, así que aprovecharemos a conseguirte algo de ropa.

-Tienen buenas alarmas las tiendas de moda. Es algo complicado salir de ahí sin llamar la atención. Aunque conozco una técnica para sacarle los...

-¡Comprar no robar!-le golpeó con un diario que había en el escritorio.

-Lo siento, es la costumbre-empezó a reír, desesperando a Marinette.

•

-Sigo pensando que es más fácil robar-comentó mientras bajaban las escaleras al segundo piso, donde había unas cuantas tiendas de ropa.

-No lo digas en voz alta, idiota. Podrían meterte preso-susurró ella mientras lo arrastraba hacia una tienda de ropa masculina-¿Color favorito?

-Negro.

-Algo más colorido.

-Negro claro.

-¿Hablas de gris?-arqueo una ceja.

-No, eso es muy claro.

-Este va a ser un día largo...-suspiró resignada.

Fue una lucha darle ropa de color al Gran Chat Noir, además de que le lanzaba la la prendas que no le gustaban a la cara. Y trataba de salir corriendo de las tiendas, más de una vez. O que terminaba discutiendo con un Buena Vida sobre que era mejor: fútbol italiano o alemán. No pregunten cómo rayos comenzó esa conversación, pero comenzó.

-¡No debiste hacerle eso!

-Una cosa es que me digas "Alemania e Italia son muy buenos en el deporte" y otras es que digas la estupidez de " Son los peores" ¡Nadie con dos dedos de frente diría eso!-chilló mientras caminaban en dirección a otra tienda.

-Compórtate en la siguiente, ¿quieres?

-¿Y si no quiero?-la enfrentó. Marinette entrecerró los ojos y le dio un codazo en la herida ahora cocida, haciéndolo chillar de dolor- Si quiero, si quiero.