Solo se encontraban ellos dos, solos. Los padres de ella se habían ido a cenar, celebrando su aniversario. Marinette subía los escalones en dirección a su cuarto, hasta que escucho música coreana en su habitación.
-¿Pero que...?-entró con cuidado, viendo cómo su NOVIO bailaba k-pop- ¿Adrien? ¿Se puede saber que cojones estás haciendo?
-¡Shhh! ¡Por fin aprendí el baile!-bailaba feliz- Además, me tranquiliza un poco.
-Debería de ahorcarte por el susto que me diste-apagó la pantalla de la computadora, cortando la danza de su pareja- Ni siquiera tuve que dejarte entrar.
-Exageras...
-¡Pensé que habías muerto!-frunció el ceño- ¿Eso te parece exagerar?
-¿Quieres mi humilde opinión? Pues si, eso es exagerar. Solo casi me vuelan los sesos, lo normal de todos los días bebé-sonrió ampliamente.
-Li nirmil di tidis lis días bibi-le imito enojada hasta la médula- Dime que no harás otra locura como esa. No. ¡Promételo!
-No voy a prometer algo que no cumpliré-levantó las cejas divertido.
-Baja lentamente esas maldigas cejas, Agreste-cruzó los brazos.
¿Qué había hecho Adrien Agreste? Dejarle un mensaje amenazador al alcalde en su despacho, donde había sido visto por el mismo y sus guardias ¿Cómo seguía vivo? Pura suerte.
Adrien le quedo viendo, normalmente le importaba madres que otra persona se enojara con él. Pero Marinette era distinta, ella podía tirarle por la ventana junto con tres kilos de cemento si era necesario. Suspiro y se acercó a ella, tomándola de la manos y abrazándola. Le agradaba que ella se preocupara, le hacía sentir que no era una completa basura.
-Qué me abraces no significa nada-dijo entre dientes la chica. El rubio sonrió, la amaba.
-Eres una cabeza dura, Arándano-el sonido de la multitud sacó a los tórtolos del lindo momento. Los dos bajaron para ver la televisión, poniendo el canal de noticias.
<Se tomarán medidas drásticas para la captura de Chat Noir>
Marinette frunció los labios y miró de soslayo a su novio, el cual tenía una expresión seria.
<Cualquier ciudadano que lo entregue, se le dará una gran suma de dinero. Sea un Buena Vida o un Otro>
Adrien chasqueó la lengua, estaba más que jodido.
-Adrien...-el nombrado se tiro sobre el sofá. Estaba analizando la situación, no podía volver a su "hogar" cualquiera de ahí lo vendería al Gobierno por cualquier monto, hasta por un euro. Él sólo era el que arriesgaba su vida para darles comida, hubo varios antes que él. No era una maldita excepción-Adrien...
-No puedo volver-Le miro a los ojos-No puedo...
-Lo se. Pero tampoco puedes quedarte, si descubren que eres un Otro viviendo de este lado...
El rubio miró por la ventana como la gente caminaba en montones. No podía quedarse en Paris pero ¿A donde iría? Suspiro. No podía pasar la frontera, estaba prohibido.
-Ya se lo que podría pasarme, Marinette. Pero, ¿que quieres que haga? ¿Quedarme de brazos cruzados?
-Si eso te mantiene con vida, pues si- Los dos se quedaron viendo-No quiero que mueras...
Pero Adrien no escuchaba lo último. Estaba pensando en cómo llegar a aquel anciano decrépito. Quería matarlo, quería acabar con su vida como él había terminado con la de sus padres.
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Le Chat Noir
FanfictionLa comunidad de hoy en día está dividida en dos sectores: los de la buena vida y los otros. Estos últimos son llamada la "escoria" por los actos atroces que deben cometer para sobrevivir (robar, secuestrar, ventas ilegales, etc). Pensarán que Adrien...