тυтσя ʟεɢαʟ {ʟσɢαп} Adaptada

Ultimo Capitulo :'(

Capitulo 36

{último capítulo}

-déjame ir por favor- rogaba en su interior, pero, era muy orgullosa para gritarlo.

Aquella mujer la había herido, y había matado a sus padres, le había arrebatado la vida entera por pura codicia, no merecía su dolor, y mucho menos sus suplicas....

Intento desatarse, pero fue en vano, estaba muy bien amarrada y Perrie tan solo caminaba de un lado a otro, sonriendo y parloteando, bajo los asentimientos de su cómplice Samantha, _____ no dudaba que esta fuera tan solo una de sus empleadas, a la cual botaría luego de que todo acabase, y no se equivocaba.

Perrie había buscado a Samantha años atrás, sabiendo el paradero de _____, siéndole imposible ir a verla o al menos acercarse a ese lugar, tan solo para no levantar sospechas, la razón por la cual Samantha la había tratado como un objeto y la había engañado cual inocente.

Pagarían por eso, la morena lo sabía.

-cuando Logan se entere te matara- espeto, para luego escuchar la fuerte carcajada de la rubia.

-eres tan ilusa pequeña, Logan también quiere tu dinero, por eso te ha aguantado todo este tiempo y por eso se acostó conmigo hace varios años, quería saber de ti y solo yo lo sabia- volvió a sonreír.

-eso es mentira- grito tanto como pudo.

-¿tu que sabes? Siempre te han engañado, tu vida es un engaño, no tienes a nadie, lo mejor será que mueras, así podrás ver a tus papitos ¿no?- se acercó a ella, dejando el objeto punzante en su regazo- agradéceme luego-

Las dudas se hicieron presente, Logan la quería, se habían entregado mutuamente, el la había protegido y le había dado todo lo que necesitaba, pero, le mintió.

Quizás él también quería su dinero.

No por supuesto que no, Logan la quería y le había mentido para protegerla y la había salvado.

-morirás de todas formas, solo te estoy haciendo menos doloroso el trabajo- contesto Perrie en cuanto la aguja que antes estaba en su regazo cayo al suelo.

-no moriré- fue mas una pregunta que una afirmación.

-no has respondido Dustin- Connie lo observo acusante- ¿Dónde esta _____?

-¡no lo se!- exclamo el, tomándose los cabellos entre sus manos, halándolos fuertemente, enredado en desesperación.

La pelirroja recordó como su amiga huía cada vez que lo nombraba, Dustin era rebelde y un chico con problemas, ella lo sabia, pero, era incapaz de herir a nadie ¿o si?

-¿la conocías?- su voz se quebró, esperando una respuesta en negación, pero no fue así.

-estuvimos en el mismo internado- la mirada castaña de él, se había oscurecido, tanto que su chica temió-le hice daño- Connie se sorprendió, pero, la voz de del chico destilaba arrepentimiento- estaba drogado, ebrio, dolido- sollozo- yo- la miro en busca de su comprensión- lo siento, de verdad lo siento- confeso en los brazos de su amada.

-¿que me harás?- pregunto siguiéndola con la mirada, Perrie caminaba de un lado al otro llevando objetos que parecían obstáculos a su vista borrosa, ella no respondió- ¿no me dejaras aquí o si?- de nuevo no hubo respuesta.

Al final consiguió divisar su plan, una pila de leña en una esquina, era obvio que quería quemar el lugar, su alrededor era color plomo, el acero inoxidable era incapaz quemar, así que no lo conseguiría sin ello.

Mas adelante su corazón comenzó a latir a millón, la rubia cubría el piso con una capa gruesa de combustible, no le quedaba dudas, incendiaria el lugar, con ella adentro.

-alo, ¿Quién habla?- James en medio de su desesperación, había logrado arrebatar el celular de manos de su amigo, el cual no atendía al constante tono.

-no hay tiempo para ello- respondió aquel desconocido- _____ esta en peligro y debemos ayudarla-

-¿Dónde esta?- interrumpió James, llamando la atención de su antes ido, amigo

-joder, no iras tu solo, debes llamar a los bomberos y la policía- ¿había dicho bomberos?

-mierda- mascullo- dame la dirección- ordeno al mismo tiempo que arrancaba el auto a toda velocidad.

El fuego cada vez se hacia mas denso, y el aire mas escaso, ______ tocia constantemente, cada vez que intentaba respirar, aquello era inútil, sus pulmones estaban llenos de humo y esa sensación no era tan agradable como fumar.

Perrie había desaparecido sonriendo, el mismo demonio habitaba en el cuerpo de esa chica, la morena intento zafarse de su amarre, pero, solo lograba lastimar más sus muñecas.

¿Qué he hecho para merecer esto?, se preguntaba constantemente, al borde de lagrimas.

El calor era insoportable, el humo sofocante y la idea de morir sola era aterradora.

Sollozaba esperando a que todo cesase, por primera vez en su vida, esperara con ansia la muerte.