¡Gastón es Roller Track!

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Estaba muy nerviosa esperando a Luna, hoy iba a conocer a Roller Track y no sabía qué ponerme. Ella me iba a ayudar con eso, pero tampoco sabía qué le iba a decir cuando lo vea: ¿Quién será?.

-Hola amiga, que bueno que llegaste —digo tras abrir la puerta.

-Hola Nina, ¿Ya pensaste en lo que te vas a poner? —preguntó.

-La verdad, no, no lo pensé, solo se que tiene que ser de color azul —aclaré.

-Ok, vamos a tu dormitorio y vemos que tienes —dijo mientras me arrastraba a mi cuarto.

En el dormitorio, ven la ropa y Luna arma muchos conjuntos pero ninguno la terminaba de convencer a Nina por completo; hasta que finalmente dan con algo. Luego Luna la maquilla y ya se encontraba lista para el encuentro programado.

-Estas hermosa amiga —declara la mexicana

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-Estas hermosa amiga —declara la mexicana.

-Gracias amiga por ayudarme —dice y la abraza.

-No tienes que agradecerme, para eso estamos las amigas —dice— Ahora ve a tu encuentro y sorpréndelo.

-Nos vemos —ríe.



Matteo me ayudó a vestirme y ya estaba listo para el encuentro con Felicity. Me encontraba ya en la plaza y ya casi era la hora, empecé a mirar por todos lados pero no la veía, así que me quede esperando a que llegue.



Ya casi era la hora, recorrí la plaza y a lo lejos alcancé a distinguir a un chico con chaqueta verde y supe que era Roller Track. Estaba por ir a su encuentro pero justo se da vuelta y pude ver que era Gastón; cómo no me di cuenta antes. Corrí y corrí hasta que llegué a mi casa, Luna me estaba esperando y cuando me vio entrar así me preguntó.

-Nina ¿Qué haces aquí? ¿Y tú cita con Roller Track? ¿Qué pasó? —preocupada, sin entender.

-Fui hasta el lugar y ahí lo vi, supe que era él, pero después se da vuelta y —no pude continuar, las lágrimas no me lo permitían— adivina quien es Roller Track.

-¿Quién? —pregunta, ahora más confundida.

-Gastón —dije, pronunciar su nombre no hizo más que aumentar mis lágrimas.

-¿Qué? ¿ Gastón? —aún sorprendida— ¿Y qué hiciste?.

-Salí corriendo —respondí.

-¿Qué? ¿Por qué? —pregunta sin entender.

-No sé, me dio miedo —confesé— luego le escribiré y hablaré con él.

-Ok amiga, ahora lo mejor es que te calmes y mañana arreglas todo —dice y me abraza.

-Gracias amiga —dije aún llorando.

-Bueno yo ya me tengo que ir —dice despidiéndose— que descanses amiga.

-Igual amiga, nos vemos —dije ya más calmada.

Amor VerdaderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora