¿Celoso?/yo te protejo

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Ellos seguían hablando mientras esperaban que llegue él repartidor de pizzas. Era una conversación agradable, no era incómoda; tenían muchas cosas en común, pero no todo dura para siempre...

(Suena él timbre)
-Seguro debe ser él repartidor —dijo ella.
-Sí. Nina ve a atender mientras yo voy  arriba a buscar él dinero —sugirió él.
-Bueno —dice ella y va a abrir la puerta— Buenas noches.
-Buenas noches hermosa, aquí le traigo su orden —dijo coqueto el repartidor.
-Gracias a...—comenzó a decir nerviosa pero él la interrumpió.
-Qué hace una preciosura así sola en la noche...si quiere le puedo hacer compañía —dijo este insinuante.



Iba bajando las escaleras con el dinero de las pizzas, pero me detengo al escuchar lo que le dice el repartidor a Nina... ¿Cómo se atreve a decirle hermosa a mi Nina? Esperen, ¿Mi Nina? ¿Estoy celoso?... ¡No! No, no lo sé. Al escuchar decirle eso me entró una bronca; me hierve la sangre con sólo pensar a Nina con otro hombre. Eso no puede pasar, ella es mía. Tengo que detener esto ya.

-Ella no está sola, está conmigo —dije serio.
-¿Y tú quién eres? —preguntó desafiante.
-Soy su novio —mierda ¿Qué acabo de decir?— así que dame las pizzas, deja a mi novia en paz, toma el dinero y lárgate de acá —dije aún serio, tratando de controlarme y no dejándome llevar por la furia.
-Me voy, pero antes...—dijo el desubicado dándole su número a Nina— Toma hermosa, avísame si quieres compañía —dijo el caradura antes de irse. Juro que si hace algo más no me hago responsable de mis acciones y las consecuencias.
-Gracias...pero no creó necesitarlo —dijo ella sonriendo falsamente agarrando el papel, el cual rompió al instamte— tengo a mi novio para eso y quién mejor que él
—aclaró mirándome— ¿No?.
-Claro que si mi amor —dije sonriendo y la besé 
-Me voy —dijo molesto— pero volveré.
-Si como digas —dije y cerré la puerta— pon la película mientras, voy a buscar la servilleta y para cortar las pizzas —dije intentando irme pero ella me frenó.
-Alto ahí —dijo seria.
-¿S-si? —pregunté nervioso, ya sabiendo lo que vendría.
-¿Qué fue todo eso? —preguntó.
-¿Qué cosa? —pregunté haciéndome el desentendido.
-Él escándalo ese —dijo seria. Mierda, podía muy tierna y tímida, pero la seriedad de sus ojos mataban.
-Nada... sólo quería protegerte, además...  ¿¡Quién se cree que es para llamarte hermosa!?.

Ok. Puede que esté un poco celoso, pero cómo no estarlo, Nina es hermosa. Todo chico muere por una chica así.
Ya sé, voy a seguir con las pistas para saber quién es Felicity y mientras tanto voy a tratar de que ningún chico se acerque a Nina. Sé que suena muy egoísta pero...¡Ay,  ya no sé ni qué pienso!.


¿Soy yo o Gastón se puso celoso? Ay, qué cosas digo, él nunca se fijaría en mi. Mejor me voy a poner la película para verla.

-Perdón por gritar...solo quería protegerte —susurró sin mirarme— Perdón.
-Gracias —dije tomándole la mano, haciendo que vuelva a mirarme— no tienes que disculparte. Mejor comamos y veamos la película ¿Te parece?.
-Sí —dijo, ya viéndome.


Los chicos estaban muy cómodos mirando la película hasta que se largó a llover de vuelta. Esta vez no era una simple lluvia, sino que era una tormenta (Nina le tenía mucho miedo). El viento era cada vez más fuerte, lo cual provocó que se corte la luz.
-¡Ah! —gritó la castaña y abrazó a Gastón.
-Shh... tranquila —dijo él abrazándola y frotándole la espalda para tranquilizarla—  Todo esta bien, yo te protejo —dijo— Vení acompáñame, vamos a buscar las velas allá arriba.
-Bu-bueno, prométeme que me vas a proteger —dijo temblorosa, sollozando.
-Siempre. Te lo prometo —dijo él.

Los chicos suben a buscar las velas en el cuarto de este.

-Las encontré —dijo— Ahora Nina, dame el encendedor.
-Toma —dándole el objeto
- Listo. ¿Mejor? —pregunta mirándola y ella asiente.
- Gracias —dice.
-No tienes nada que agradecer —dice sonriendo— Bueno, ya es tarde. Nina tú dormirás aquí.
-¿Pero y tú? —pregunta.
-Tranquila, yo dormiré en él sofá —avisa él y nuevamente los truenos vuelven.
-¡AH! ¡Gaston! —grita y lo abraza rápidamente, largándose a llorar.
-Shh, tranquila... solo fue un trueno, no te va a pasar nada... —dijo y añadió— yo te protejo...acuéstate yo te cuido.

Así mismo lo hizo ella, y seguido de eso, él también. La rodeó con sus brazos y acarició su cabello. Lentamente ella se iba tranquilizando, y cada vez se acurrucada más junto a él; se sentía segura allí.

-Por favor ya no llores más, te juro que yo te voy a cuidar ma, si tienes frío yo te protejo, si tienes miedo yo te protejo
—cantó el castaño para ella.

Este, al verla duermida intenta irse, pero una vocesita lo detiene.

-Gaston no te vallas... —murmura ella.
-Pero...—iba a decir algo pero lo interrumpió.
-Quedate conmigo —murmuró nuevamente— tú dijiste que me protegerías...
-Bueno me quedo —se rinde ante la petición de la castaña y se acomoda a su lado nuevamente— ahora descansa ¿Si?.
- Que descanses Gastón —logra decir antes de caer totalmente dormida.
-Que descanses Nina —murmura él.

Y así pasaron la noche. Tal vez él esté confundido con sus sentimientos pero el corazón es el que decide al final.
La tormenta siguió, pero ellos estaban seguros, juntos, como él dijo: "yo te protejo"

Espero que hayan disfrutado estos capítulos
Besos 😘😘

Amor VerdaderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora