Parte 1

2.6K 300 186
                                    


Chae Hyungwon, 23 años, hijo del primer ministro, figura pública importante y la nueva sensación entre las chicas y chicos jóvenes. Quizá fuera su altura, digna de un modelo de pasarela; quizá fuera su estilo, siempre vistiendo a la moda y con un gusto tan exquisito, digno de un modelo o diseñador; o quizá fuera su rostro bonito, piel pálida y labios que la mitad de Corea desearía probar. Por lo que fuera, Hyungwon acaparaba tanto la atención de los medios que a veces parecía que era él el importante y no su padre.

Hyungwon consideraba que tenía una buena vida, su familia era importante, nunca habían rumores extraños sobre ellos, le iba bien en la universidad, tenía el dinero suficiente para gastar en ropa y zapatos, su pasatiempo favorito, además era guapo y la gente lo amaba, a veces incluso todo se sentía como si fuera un idol de algún grupo popular, aunque siguiera siendo un chico común y corriente.

La gente siempre que lo veía quería tomarse fotos con él, grababan videos hasta de él simplemente caminando, ya lo habían invitado a programas de televisión y de radio, y por supuesto que nunca faltaban propuestas para participar en algún desfile de moda o actuar en un dorama. Pero Hyungwon rechazaba todo esto, le gustaba la atención, sí, pero no quería ser una celebridad, el mundo del entretenimiento no era lo suyo, siempre se ponía nervioso frente a las cámaras o cuando había mucha gente, era tímido y solo quería ser un chico universitario, sin ninguna otra responsabilidad.

Ese día eran las 7 de la tarde del miércoles, tenía clases hasta esa hora y luego iba a su casa directamente, usando su auto negro para transportarse. Las clases habían transcurrido con normalidad y el día simplemente parecía uno como cualquier otro.

En la radio estaban pasando esa nueva canción de Seventeen que tanto le gustaba, incluso la tarareaba y cantaba mientras manejaba, con sus dedos dando golpecitos en el manubrio al ritmo del coro.

-I'm like a bird...

El auto se detuvo con un golpe seco, la canción siguió sonando en el fondo, pero Hyungwon ahora solo escuchaba una respiración a un lado de su oreja. Tenía algo afilado en su cuello que le punzaba, su boca y nariz los cubría un pedazo blanco de tela que era sujetada fuertemente por una mano, no podía ver el rostro de su agresor por la oscuridad dentro del auto, y tampoco sabía de donde había salido y por qué estaba adentro con él, solo era consiente que podría estar a punto de morir y su corazón latía muy fuerte.

No supo en que momento quedo inconsciente, pero cuando comenzó a despertar se dio cuenta que no podía moverse, ni ver. Se movió con brusquedad, sus brazos y piernas estaban atados a una silla, no había nada que cubriera su boca, así que comenzó a gritar con toda la fuerza que tuviera pidiendo ayuda, incluso luego de un rato su garganta empezó a doler mucho, sin contar que sentía la boca seca y como si se estuviera muriendo de sed.

Lo peor vino después, cuando se dio cuenta que nada cubría sus ojos y que en realidad literalmente no podía ver nada, estaba sumido en una oscuridad absoluta en quien sabe donde y parecía que no había nadie más allí.

Hyungwon comenzó a llorar, estaba tan asustado, tan desorientado, parecía que estuviera teniendo la peor pesadilla de su vida, pero todo era tan real que estaba seguro esto no era ningún sueño. Ahora solo pedía ayuda entre sollozos lastimeros, cansado de mover sus manos para tratar de liberarse, sus muñecas dolían a mares.

-¿Por fin te callas?

La repentina voz lo hizo sobresaltarse, movió su cabeza hacia un lado y otro como si intentara ver algo, pero todo seguía negro.

-¿Quién eres? Por favor déjame ir, yo no he hecho nada, no quiero morir...

Sonaba patético, nunca había tenido que rogarle a alguien, pero ahora podía tragarse todo su orgullo, solo quería que lo dejaran ir, porque no entendía nada.

Kidnapped [Hyungwonho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora