Capitulo 1. Inicio de todo.

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Nota: Así es! También me gusta el Snarry
–1–

Harry Potter apenas tenía ocho años, pero era un niño extraordinario. Su inteligencia era superior a la de muchos chicos de su edad y lograba llamar la atención de sus maestros.

Se le había ofrecido saltar año en más de una ocasión, pero sus tíos y por lo tanto tutores legales siempre terminaban negándose: “No es bueno que un niño crezca sintiéndose diferente” Era la excusa barata que siempre daban.

La verdad solo odiaban las cosas fuera de lugar y junto con ello odiaban a Harry. Sabía porqué: a veces ocurrían cosas extrañas en presencia de é. Y aunque Harry jurara y perjurar que no tenia nada que ver, siempre lo culpaban a él y lo encerraban en la alacena bajo las escaleras.

Así que aunque Harry fuera un genio el no se sentía especial o superior, más bien sus sentimientos eran de alguien inferior… aunque solo cuando estaba en casa.

–2–

Estaba como todos los días de vacaciones en él jardín, a veces regando las flores, otras podando los arbustos aunque ahora solo se encontraba escapando de estar encerrado en casa y se limitaba a moverse por el jardín trasero.

Se escondió entre los arbustos del fondo del patio cuando escucho como su primo salía de la casa, era inusual en él. Estaba acompañado de uno de sus amigos, ambos caminaron un poco por el patio y después de verse aburridos volvieron a entrar a la casa.

Harry suspiro aliviado de que no lo hubieran descubierto, entonces mientras volvía al patio se tropezó pisando na roca y cayo al suelo. Escucho un sisear y un gruñido proveniente de alguno de los arbustos, se acerco un poco más al arbusto del cual había salido el ruido.

Estúpido niñato. –Escuchó decir a alguien –¡Aléjate o te matare!

–¿Disculpa? –Ofendido Harry se acerco aun más a los arbustos.

–¿Me entendiste? –Las ramas del arbusto se empezaron a mover.

Harry se alejo por precaución, eso estuvo bien pues del arbusto vio como una serpiente pequeña se empezaba a asomar. Parecia que era joven pues apenas media unos 20 centímetros y sus escabas verdes y marrones formaban un hermoso diseño. Una serpiente joven suele soltar más veneno que una adulta porque apenas se acostumbran a cazar, era mejor mantenerse alejado.

Joven chico ¿Es usted un hablante? –hablo la serpiente mientras sacaba su lengua.

Harry quedo impresionado, ¡Una serpiente había hablado! Había preguntado algo ¿Un hablante? ¿Qué era eso?

No sé que es eso –contestó honesto sin dejar de ver a la serpiente.

–¡Es un hablante! –gritó alegre la serpiente.

Harry la miro deslizarse con entusiasmo entre las ramas del arbusto y no pudo contener sus ánimos de tocarla. En cuanto la mano de Harry estuvo a su disposición la serpiente se apresuró a deslizarse a su mano enrollándose en ésta.

Perdón si mi forma de hablar fue grosera –dijo una vez en su mano–. Es mi primera vez en esta vida que hablo con un mago.

–¿Mago? –Esta simple palabra le llamo la atención–. ¿Dices que soy un Mago?

–¿El joven hablante no conoce su legado? –preguntó sorprendida, vio como la serpiente entrecerraba los ojos escaneándolo–. No hay duda, ¡Usted es un mago y de sangre pura seguramente! –afirmó.

–¿Cómo estas segura? –preguntó aun incrédulo.

Tiene rastros de sangre pura y solo ellos nacen con la habilidad de hablar con las serpientes.

Oww –Harrry no pudo evitar ilusionarse, se podía ver que tenía el rostro iluminado.

Si en verdad era un mago eso explicaría todas esas cosas que ocurrían a su alrededor.

–¿Entonces puedo controlar mi magia? –preguntó, si esas cosas dejaban de ocurrir al fin sería visto como un niño normal por sus tíos.

Los niños aprenden a hacer magia con una varita –respondió la serpiente–. Puedo llevarle a un lugar para comprar la suya.

–¿De verdad? –gritó Harry emocionado mirando a la serpiente–. Pero… –sus ojos se opacaron en un instante–. No tengo dinero, mis tíos nunca me dan dinero –Se lamentó.

Podría ir a Gringotts, tal vez tenga alguna bóveda –sugirió–. Si los muggles le escondieron su legado es posible que…

Harry se levanto de golpe provocando un fuerte jalón en la pobre serpiente.

–¿De verdad lo crees? –preguntó Harry, el resplandor del niño había regresado y más fuerte que antes.

Es posible –respondió ella con los ojos entrecerrados.

–¡Genial! –gritó Harry estirando las manos con fuerza. La pobre serpiente casi fue lanzada por el repentino movimiento del niño.

–¡Bájame por favor! –imploró la serpiente.

¡Lo-Lo siento! –Harry se disculpo poniendo avergonzado  a la serpiente en tierra firme. Él se quedo de cuclillas sin apartar la vista de la serpiente –¿Cuál es tu nombre?

No tengo nombre joven hablante –contestó mirándolo desde el suelo–. Pero si desea ser mi amo tiene mi permiso de darme un nombre.

La serpiente se recostó sobre si misma cansada, ser tratada como un juguete o era divertido en absoluto.

Soy Harry Potter –se presentó el niño alegre–. Y me encantaría ser tu… “amo” –dijo esa palabra no muy alegre con ella, no quería ser el dueño de la serpiente ¡Quería ser su amigo! 

Entonces el joven amo Harry tiene mi permiso de darme un nombre –asintió la serpiente desde el suelo.

Nash –Fue lo único que dijo Harry.

Entonces Nash será mi nombre –afirmó la serpiente a la elección de su nuevo dueño.

AñoranzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora