La Doña 2 - El Regreso -Terminada-

Capítulo 6.- Te Fallé

-Hola amor- me dice Mónica desde el otro lado del pasillo

-Hola, buenos días, ya hice tu desayuno-

-Así que ahora eres cocinero, te amo-

-Y yo a ti -

Nos ponemos a desayunar antes de irnos a la fundación.

Ella se adelanta y yo me quedo a recoger unos documentos para una asesoría legal de un caso, escucho un golpe en la ventana:

-¿Escuchaste?-

- Fue el viento, creo jaja

-No, es que no es solo eso saul

-¿De que hablas?-

-Tu dijiste que siempre querías tenerme y en eso sonó la ventana-

-A ver no, tranquila no hay señal que pueda separme de ti-

-Mira nada mas se te puso la piel chinita, deja que cierre la ventana-

-No, no, no abrazame, abrazame-

-Si es por las peleas que tuvimos te juro que nunca mas voy a dudar de ti-

Y volvi a dudar de ti, porque tengo que recordar precisamente ese momento recuerdo que me dijiste que tu amor por mi era la única verdad de todo.

Ya no tiene caso seguir torturándome con eso.

-¿Porque tardaste tanto Saul?- me pregunta Mónica.

-Nada, solo estaba arreglando unos papeles no quería que se me olvidara nada-

La beso, con mucha pasión.

-Te amo, Saul-

-Y yo a Mónica-

Llegamos a la oficina,y me concentró en el trabajo, ya tenia un tiempo que no recordaba a Altagracia, ¿Porque justamente hoy?, tengo unas ganas incontrolables por estar con ella. 

Yo amo a Mónica lo mio con Altagracia es solo deseo, nada mas que eso.
Yo no puedo amar a una mujer que a hecho tanto daño a tanta gente que amo, en cambio Mónica ella es un ángel caído del cielo mandado solo para mi.

Continuó trabajando toda la tarde, al llegar a casa miro velas a mi alrededor, y pétalos de rosas haciendo un camino.

-Yo jamas te di rosas porque tu no eres mujer de rosas-

-Me conoces muy bien Saul-

No puedo evitar sonreír al ver esas rosas esparcidas.

al final del camino esta Mónica en una mesa, todo esta muy romántico, corro a abrazarla y besarla.

Pasamos una noche increíble, términos juntos, pero como desde que murió Altagracia no volvimos a hacer el amor.

Entre más me quiero convencer que ella es la mujer de mi vida, mas me enamoro de Altagracia, aunque ella ya no este aquí.