08- Consejo de Madre.

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El sábado en la noche Kiba dejó a sus compañeras de trabajo en sus casas ya que a Hinata aún no le devuelven el auto. La peliazul se fue a su cuarto e intentó dormir pero no pudo hacerlo, cerca de las ocho de la mañana bajó al living y se sirvió un vaso de whisky, luego otro y otro. El primero en despertarse fue Enma, quien al verla tan mal rápidamente se acercó a ella.

— Hermana — Dice preocupado el pelinegro. Hinata solo lo miró con sus fríos y entristecidos ojos con grandes ojeras —. Creí que seguías en casa de Shikamaru.

— Decidí venir a casa — Dice la peliazul dejando el vaso sobre la mesa —. ¿Todo bien en el colegio?

— Detesto verte así — Dice Enma comenzando a botar algunas lágrimas. Hinata no pudo evitar sorprenderse. Como pudo se puso de pie y lo abrazó, un abrazo torpe ya que está bastante ebria.

— Ya no me verás más así — Dice la peliazul dejándolo de abrazar y se va al baño. Se toma una ducha y se viste rápidamente antes de que Itachi despierte. Enma la espera en el living.

— ¿Saldrás? — Le pregunta el chico entristecido. Hinata enciende un cigarro y le sonríe.

— Es domingo — Dice Hinata. Enma asiente y se acerca más a ella —. Ya cambia la cara enano. Vendré pronto. Mañana tomémonos el día y saldremos solos tu y yo ¿De acuerdo?

— ¿Promesa? — Pregunta el quinceañero animado. Hinata asiente y le da un gran abrazo para luego salir de la casa. Toma aire e intenta caminar bien pero el alcohol en su cuerpo no se lo permite. 

Llega a la prisión y saluda al oficial.

— Querido oficial ¿Cómo estuvo su semana? — Dice riendo la peliazul. Yamato sintió el olor a alcohol y frunció el ceño.

— Al parecer no tan buena como la tuya — Dice molesto —. ¿Te atreves a venir ebria?

— No empieces — Dice frunciendo el ceño Hinata —. Necesito hablar con mi madre, he tenido una semana terrible.

— No puedo permitirte el paso en ese estado Hyuga — Dice Yamato serio.

— Tengo que hablar con mi madre — Frunce el ceño Hinata y se pone frente a él.

— No puedo dejarte entrar así, menos sola así que vete a casa a dormir — Dice molesto el oficial. Hinata lo toma de la camisa y lo mira fríamente.

— Haremos esto por las malas Yamato.

— Como quieras Hyuga — Dice el oficial apartándose de ella —. No puedes entrar en ese estado mucho menos sola, así que haznos el favor y retírate.

— No me moveré de aquí hasta hablar con mi madre — Grita Hinata furiosa.

— Será mejor que te pongas cómoda — Dice el oficial y se sienta en su escritorio. Hinata molesta se sienta en una de las sillas que tiene a un lado del escritorio —. Aunque te quedes aquí toda la noche no puedo dejarte entrar en ese estado.

— ¿Cuál estado? — Pregunta estirando sus brazos —. Está alucinando oficial.

— El olor a alcohol que emana tu boca y tu cuerpo dice lo contrario así que mejor vete a casa.

— Yamato te necesitan en la oficina 3 — Dice un hombre del mismo traje pero de un cargo distinto. El hombre se puso de pie y abandonó su oficina. Hinata aprovechó eso para dirigirse a hablar con su madre.

— Pensé que no vendrías — Dice la madre sonriendo.

— No me dejaban pasar — Se queja la peliazul —. ¿Mamá todo en mi vida está mal que hago?

El que llegue primero ganaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora