sleeping beauty; jeongcheol

Jeonghan

Cuando llegan las once de la noche, Seventeen suele dispersarse. La mayoría se va a dormir, uno que otro decide practicar, dependiendo lo que tengan para el próximo día, otros se quedan viendo televisión. Jeonghan es de los primeros, de los que se van a dormir apenas sus compañeros se lo permiten.

El segundo mayor de la casa tiene un rito bastante elaborado antes de pegar los ojos, y es que si quiere dormir y aprovecharlo, tiene que estar completamente cómodo. Sin embargo, por alguna razón, se acuerda de su rito justo cuando está en su cama, juntando calor y acomodándose para dormir bien.

—¡SHUA! ¡VEN AQUI! —grita fuerte, porque sabe que Joshua duerme del otro lado.
A veces considera llamar a alguien más, porque podía sentir que Joshua ya se estaba cabreando por seguirle los caprichos.
Podía llamar a Jun por ejemplo, pero este se le queda hablando sobre cosas todo el tiempo. O a Minghao, pero el siempre estaba fuera como hasta las dos de la mañana. Woozi podía estar, y se iba temprano a la cama, pero odiaba levantarse tanto como él. Dino lo evitaba en las noches porque decía que era cuando Jeonghan se ponía mas cariñoso. Seungkwan comenzaba a contarle sus problemas y no es que a él no le interesaran, amaba ser el confidente del chico, pero cuando estaba con su cama, solo quería dormir. Vernon era una opción, pero Mingyu y Seungcheol lo habían convencido con que vieran dramas juntos, así que no se despegaría del sillón. Joshua, su hermoso y buen amigo Joshua era la única y firme opción.

Entonces Joshua llegaba, restregándose los ojos o bostezando le preguntaba ¿Que sucede? y Jeonghan, con una sonrisa angelical, mostrando sus dientes y juntando sus ojos, le pedía que por favor le llevara un vaso con agua.
Se quedaba escuchando los pies arrastrados de Joshua yendo a la cocina y cuando volvía, le volvía a sonreír pidiéndole que apagara la luz. Joshua era uno de esos amigos que demostraba su cariño haciendo cosas por ti, aunque a veces las ganas de golpear a Jeonghan no le faltaban.

Cuando sus ojos se cerraban solía pensar en algún brazo cálido abrazándolo por la cintura. Le gustaba pensar como sería si tuviera una respiración contra su nuca mientras duerme. O como se sentiría que alguien le besara el cuello mientras se está durmiendo.
A veces esos alguien tienen cuerpo y cara y nombre. A veces es Mingyu, otras veces es Dokyeom, a veces es el mismo Joshua. Otras veces es alguien que nunca ha visto, a veces son chicos con los que solo ha cruzado miradas. A veces solo son personas sin nombres. A veces es Seungcheol. Y cuando es Seungcheol su mano comienza a bajar. Baja por su vientre y llega a su pelvis. A veces, gracias al mayor, comienza a respirar entre cortado y aprieta los ojos aun mas. A veces no duerme realmente, y tiene que encontrar un lugar cómodo durante el día para tomar siestas. A veces le molesta que Seungcheol entre a las una de la mañana y no lo toque. A veces, la mayoría del tiempo, realmente quiere que Seungcheol lo toque aunque sea un poco.
No es que le gusten todos sus compañeros. Es mas posible que no le guste ninguno. Pero le gusta la idea de alguien fuerte y mayor que él, cuidándolo y complaciéndolo y hay varios de sus compañeros que lo cuidan y complacen. Y Seungcheol es la mejor representación de eso. A veces simplemente le gusta Seungcheol.

Esa noche se apretó la cintura mas fuerte, frotó su cara contra la almohada mas veces y se acarició el cabello cada segundo que no podía dormir. Sintió que Seungcheol entraba a la habitación y supuso que eran las una, entonces subió la mano desde su pelvis a su cintura otra vez, apretándose como si fuera alguien más quien lo hacía.

—¿Hanie? ¿Estás dormido?
Jeonghan sabía que Seungcheol preguntaba lo mismo todas las noches, y aunque él nunca respondía, sabia que el mayor tampoco esperaba mucho antes de acostarse a dormir.
A veces se preguntaba como sería acostarse en la cama de Seungcheol. ¿Seungcheol apretaría mas o menos que su brazo? ¿Seungcheol le acariciaría las caderas o el cabello? Si llegaba a pedirle que se acostaran juntos un día, ¿qué diría?

Seungcheol dejó de hacer sonidos y su respiración se oyó tranquila y con compás igual todo el tiempo, indicándole a Jeonghan que se había dormido.
Todos sabían que a Jeonghan le encantaba dormir demasiado, pero para él, lo que más disfrutaba era recostarse. Ponerse a pensar, o no pensar nada, le gustaba tirarse en las almohadas y sentirse calentito entre sus mantas. Le gustaba despertar, también.

Cuando despertó ese día, lo supo por el sonido. Hace un tiempo había descubierto que siempre hay un sentido que se le activa antes que los otros cuando despierta. Ese día fue el oído.
Pudo escuchar como Seungcheol se levantaba y caminaba entre sus camas, uniéndolas con hilos transparentes. Oyó las manos del líder rozar el pantalón que vestía mientras se acercaba hacia la cama en la que él reposaba, y oyó perfectamente las mantas desordenándome y frotándose entre ellos cuando Seungcheol se sentó a su lado.
Luego se le activó el tacto. Sintió la mano de Seungcheol rozando su cuerpo por arriba de las mantas, delineando su cintura. Pudo oír y sentir la risita que Seungcheol dio, una risa nerviosa y media escuálida, que si hubiera estado despierto por completo le hubiera contagiado. Pudo oír y sentirlo parándose para salir de la habitación y ponerse a hablar con el silencio de la casa, recibiendo respuestas de voces roncas, cambiantes y matizadas con bostezos.
Entonces abrió los ojos y vio que tenía todos sus mechones más largos sobre los ojos. Y el rostro se le puso rojo, pensando en que Seungcheol lo había visto así.
O que lo veía así todas las mañanas.