Derek.

Capítulo 4. [Mi todo]

El corazón de ella esta roto, ella esta rota. Su madre la saco de su casa, su familia no la quiere, discutió con su novio, —¿que mas me falta?— piensa.

Unas tres horas han pasado cuando escucha la puerta abrirse.

Derek.

Baja a ver y si, su novio esta tratando de mantenerse parado por la cantidad de alcohol que lleva en su organismo.

—Derek— habla la joven con pena.

Derek no se a emborrachado desde que tiene memoria ella, que lo haga, que se haya alcolizado por ella la pone mal, la destruye. Derek por fin estaba saliendo a flote con su pasado y estas peleas lo hunden mas.

—¿Porque tomaste?— lo recuesta en su cama, ni sabe como lo subió pero lo logró.

—Tenia que ahogar mis penas, mis tristezas— comienza a llorar. Los dos lloran mientras se miran el uno al otro.

Derek corre al baño a devolver todo lo tomado, Adrha va tras el, le limpia la boca con agua y enjuague bucal y lo devuelve a su cama.

—¿Porque me lastimas de esta manera?

El esta con alcohol en la sangre, pero no del todo como para no entender la pregunta de su novia.

—Soy un asco, no te merezco— caen lágrimas por sus ojos. El en verdad esta mal, nunca llora y odia que sus lágrimas sean porque daño a su novia.

—Cuando haces esto me lastimas— suelta una lágrima ella.

—Adrha lo siento.

—Duermete.

Y así fue la noche, ella en el cuarto de invitados y el en el suyo. Se pasaron la noche llorando, lamentándose por lo que hicieron. De vez en cuando se levantaban, pero cuando notaban que los dos seguían despiertos volvían a sus camas.

—Lo siento, Adrha— susurra el joven con lágrimas en los ojos y luego cae en un sueño profundo.

—Lo siento, Derek, te amo— susurra ella y cae en los brazos de morfeo.

****

Derek es el primero en despertarse, aun recuerda lo de anoche.

Va hacia la habitación donde duerme ella y desde el umbral de la puerta la observa, se le acerca, se acuesta junto a ella y comienza a acariciar su cabello sedoso.

—Adrha comentó tantas estupideces, tantas cosas que después me arrepiento.
Nunca ame a alguien a tal grado de asustarme, tu me gustas, me encantas. Cometer estos errores que se que te lastiman me perforan el corazón Me e dado cuenta que verte llorar es la cosa mas horrible y desagradable que e visto y e escuchado.
Un perdón no sirve, lo se, pero quiero que trates de perdonarme, quiero que me ames cada día mas, así como yo lo hago contigo, quiero besarte a cada rato y pensar que no es suficiente.
No me imagino la vida sin ti, tu eres mi sol, el sol de mis mañanas, y la luna de mis noches, por ti despierto cada día para demostrarle al mundo que soy una mejor persona, por ti soy quien soy. Te amo y esperó que me perdones- cautelosamente se le acerca y besa sus labios, para luego caer en un sueño profundo al lado de ella.

Los párpados de la chica se abren, al instante se relaja al ver a su novio durmiendo junto a ella. Sus facciones están relajadas al igual que su semblante, sus labios están entreabiertos, lo que provoca en ella, besarlo. Necesita sus suaves y jugosos labios sobre los de ella.

Se levanta y se dirije al baño a darse una ducha y luego irse a la universidad, esta en su segundo año. Abre el agua, se desnuda y entra en las finas gotas calientes, se coloca champú de durazno y se lo esparce por el resto del cabello, haciendo una enorme cantidad de espuma, se enjuaga y sigue con lo que siguiente.

El ruido de las gotas al caer al suelo provocan que Derek despierte. Se dirije a la cocina de su casa, saca el pan de la alacena para las tostadas, prepara algunos panqueques y jugo de naranja. Su novia sale del baño con una toalla en la cabeza y su ropa de todos la días, pantalones, remera, sus convers y un suéter gris.

—Prepare el desayuno— se sorprende que no tenga resaca.

—Bueno...— están incómodos, nunca habían discutido así.

Se sientan en la cocina americana y se disponen a comer en un silencio algo incómodo. Adrha lo mira.

—¿No tienes resaca?— pregunta bebiendo de su jugo, es bueno cortar un poco el silencio tan incómodo.

—No, me sorprende, hablando de eso...

—No quiero escuchar, quiero tener un día bien, por favor.

Derek asiente.

—¿Porque lo hiciste?— pregunta ella llevándose un panqueque a su boca.

Su novio siempre ha cocinado bien, eso es algo que llama la atención de ella. Ella siempre a querido hacer tortas o incluso un huevo, pero siempre se le queman, lo único que sabe hacer es tostadas y café.

—¿Sabes porque?— ella niega— Porque te amo tanto, me e dado cuenta que te amo mucho, Adrha. Si, están los problemas que nos quiere separar, pero mas allá de eso soy muy agradecido de que aun sigas con este completo imbécil— se señala.

—Derek, me amas, pero ¿no entiendes que así te hundes mas? ¿No te das cuenta que me dañas?

—Lo se, perdón..

—Es tarde, me voy.

—Te llevo— ruega el, su mirada la penetra tan fuerte que es imposible decir que no.

—Esta bien— toma su cartera y libros y traspasan la puerta.

Se suben a la moto del joven y parten destino a la universidad.

—Adiós— habla ella una vez que han llegado.

—¿Así te despides? Que cortante.

—Atente a las consecuencias— contesta la chica.

Entra a la universidad y corre al ascensor, presiona el botón. El silencio es tan relajante, acomoda un poco su cabello antes de entrar al bullicio del salón central de arriba— Es una universidad muy grande— piensa.

—¡Amiga!— Jaxon, su mejor amigo viene corriendo.

—¿Puedes comportarte como persona de veintidós años?— pregunta ella.

—Claro—sonríe Jaxon— Te extrañe tanto estúpida— la abraza quitándole hasta el mas mínimo oxígeno.

—Ya sueltame— la baja y besa su coronilla.

—Te quiero.

—No hace falta que me lo digas, es obvio que soy la mejor amiga y mas bella persona que a pisado este planeta, gracias.

—Eres tan tu, tan Adrha- ríe el.

—Y tu eres tan Jaxon.

—¿Tienes química?— revuelve el cabello de la muchacha, de este desprende su aroma tan familiar.

—Así es.

—Entonces, la acompaño mi bella damisela— toma el brazo de su amiga y se dirigen a su respectivo salón.