Su Dulce Mirada Seductora(Proceso De Edición)

CAPITULO I: SU DULCE MIRADA

Era una helada noche del 23 de septiembre del año 1990 en la ciudad de New York, el silencio reinaba sus calles sombrías y frías, caía nieve por montones, los vagabundos se aislaban del frío en casas y lotes abandonados; todo estaba callado, hasta que pasó automóvil y este dejó una peculiar bolsa que emitia ruidos extraños, esta llamó la atención de José el cual era un habitante de la calle que se estaba resguardando del frío en una casa abandonada. Esta bolsa despertó la curiosidad de José ya que se sentía un tipo de llanto que provenía de esta. José sin pensarlo dos veces la abrió sin saber que desde ese mismo momento iba a ser el protagonista de una gran historia.
En esta se hallaba un niño de de piel marrón como el café con leche, unos enormes y oscuros ojos color marrón intenso que reflejaban temor, desilución y falta de amor, tenía el cabello rizado y negro como el azabache,estaba delgado y tenía algunos moretones en los brazos y piernas . No pasaba de los 4 meses de nacido y a su lado había una nota que decía:
-Sí me encontraste con vida, gracias y si no también, soy Dylan y me abandonaron por ser "negro". Buena suerte.
José quedó petrificado después de leer tal aberración, sólo una persona enferma pudo haber escrito tal cosa contra una criatura que no le haría daño ni a una mosca, a el vagabundo se le encharcaron los ojos y le daba mucho coraje pensar en las personas que habían abandonado a esa criaturita, éste pensaba entre sus lagrimas que él no se podría hacerse cargo del bebé, así que pensó que en la mañana podría llevarlo a la policía, donde por lo menos tendría un plato de comida asegurado y no iba a pasar necesidades, pero si así lo trataron sus progenitores ¿cómo lo irán a tratar otras personas?...
José lleva al niño con Él adentro de donde se estaba resguardaba del frío y saca al bebe de la bolsa donde esas bestias lo habían dejado a su suerte, del enojo tira la bolsa lo más lejos posible y guarda la carta por si algo. José se quita una de sus chamarras para el frío y se la coloca a Dylan en modo de manta, pero le faltaba algo para darle de comer al niño, José desesperado coge lo último que le quedaba de dinero para comprar un sobre de leche y una botella de agua, sólo tenía que caminar unas calles para llegar al autoservicio más cercano, pero ¿Qué iba a hacer con el bebé?
No lo podía dejar sólo, ni lo podía llevar ya que sí se lo veían probablemente se lo iban a quitar de una vez... Lo único que le quedaba por hacer a José era dejárselo a alguien...
José piensa por horas con quién lo puede dejar, cuando por suerte uno de sus amigos (el cual se llamaba Rafael y también era vagabundo). Llega dónde José para llevarle un poco de comida y cuando ve a José alterado y desesperado le pregunta:
-¿Qué te pasa José?
Este responde:
-Mira esto...
Un poco desconcertado Rafael responde:
-¿Es...o e...s... un.. bebé?
José decide contarle toda la historia y le muestra la terrible nota con la que lo dejaron, y le pide el favor de que cuide del niño un rato mientras el va y compra le leche y el agua.
Rafael estaba como una magdalena desplomado en llanto y le dijo a José:
-¿El tetero? No le puedes dar leche a un bebé sin tetero, pero por suerte llevo uno nuevo que encontré nuevo afuera de un supermercado, ve y compra la leche y lo demás y de paso lava el tetero.
José muy agradecido por el obsequio de su amigo lo abraza.
Rafael algo triste le dice:
-No fue nada...
José ve sus enormes ojos que parecían 2 luceros y esa dulce mirada, esa misma que horas atrás lo haya recogido y no lo haya entregado a la policía. De despedida le da un enorme beso en su frente.
-Rafael trata de calmar su llanto mientras regreso.
*1 hora más tarde...*
José regresa de su misión en el autoservicio y cuando llega ve a Rafael jugando con Dylan y por primera vez escucha al pequeño niño reírse
-Rafael muchas gracias, si gustas puedes acompañarnos esta noche, y le puedes dar el tetero, una mujer muy amable me ayudó a prepararlo y hasta me lo calentó, ahora sí el pequeño Dylan va a poder comer algo y mañana veremos que hacer...