Humanos Bipolares - Capítulo 2

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¿En dónde nos quedamos?

Ah sí...

-¿QUIÉN DEMONIOS ERES TÚ?- preguntó alejándose rápidamente hasta caerse de espaldas.

Esto está pasando muy seguido ¿Qué diablos les pasa a las mujeres, por qué gritan sin razón alguna?

Se sorprendió al hablar de esa forma, entonces recordó que el motivo por el que él está aquí es Gargaliot y se le pasó.
Recordó la noche anterior, enumeremos: la que lo apuntó con la ballesta, gritó, la mujer con epilepsia más que gritona, y ahora ella...

¿Cuál es su problema? Que alguien me explique por el amor, o mejor dicho el odio de Dios.

Él la miró sin decir nada. Consternado, empezó a sentir que la cabeza le iba a explotar. Se asustó, ¿Qué le estaba pasando?

Sí un ángel enojado es muy inusual de ver.

-MADRINAAAAAA!!-Exclamó alargando en el suelo.

Haniel a penas elevó las cejas en acto de exasperación. Y ella se desmayó.

Entró en pánico al ver que no se movía, se levantó del jacuzzi caminó hasta ella y se agachó hasta quedar a su altura. La contempló por un momento y entonces pensó en una solución.

-Oh oh...- dijo observando su rostro. Si se despertaba y lo veía así haría el mismo escándalo así que la apartó de la puerta con delicadeza. Salió a la habitación dando largas zancadas por el pasillo hasta alcanzar la ropa, se vistió y regresó al baño en un abrir y cerrar de ojos.

La ropa consistía en una sudadera gris, un pantalón del mismo color, cómodos, y unas pantuflas rosas que encontró ya que el piso estaba muy frío.

Se dispuso a ir al baño, y ella ya no estaba, desapareció.

Se escuchaban murmullos en la parte inferior de la mansión, que hacían eco hasta llegar al segundo piso. Se dispuso a bajar a ver qué pasaba, fue entonces cuando al bajar las escaleras la vio y en sus ojos había confusión pura, examinándolo de arriba abajo. A su alrededor estaban la mujer de la ballesta, y el hombre que mató a la chica que gritaba la noche anterior.

Pensando en ella, Haniel pareció haberla llamado con el pensamiento. Ya que se aproximaba hacia ella con una tasa caliente en sus manos aún sin notar su presencia.

Al ver que nadie había muerto y nadie tenía la culpa de un brutal asesinato, suspiró con alivio. Al salir de sus pensamientos homicidas se dio cuenta que todo el mundo lo miraba, como esperando a que dijera algo. Aclaró la garganta. ¿Qué digo? Tiene que ser algo amable...

-Buenos días- dijo con el tono de voz bajo pero con firmeza. Miró a su alrededor y todos lo contemplaban con la boca abierta, incluso la chica del baño que lo señalaba intentando decir algo pero no salían las palabras.

Al no escuchar respuesta se sintió incómodo y habló nuevamente. -Lo siento, creo que debería irme a...algún lugar- dijo pasmado al caer en cuenta que no había lugar a donde ir, estaba solo, perdido en un mundo que no conocía hasta llegar en él de la forma menos amigable.

En menos de veinticuatro horas ha experimentado una serie de emociones y cosas que nunca había visto ni vivido.

-Madre ¿Quién es él?- intervino por primera vez el chico.

-Si madrina ¿Quién e-es él?- habla la muchacha señalando. Remedó al muchacho subiendo y bajando la voz constantemente y haciendo énfasis en >>él<<.

Haniel esperaba un tercer ¿quién es él? pero se sorprendió al no escucharlo. Miró a la otra muchacha y ella no decía nada, solo miraba, inspeccionándolo, como si estuviera analizando qué comprar en una tienda de dulces, y él fuera el más voluminoso y apetitoso que acababa de descubrir.

-Basta chicos, no sean mal educados por favor. Buenos días Haniel- contestó amablemente sonriendo a labios cerrados.- Él es Haniel, anoche al parecer lo robaron, tocó la puerta y le di alojo...- dijo con firmeza la señora dirigiéndose a ellos, explicando la situación pero de manera tergiversada ya que no lo robaron. Al escucharla no protestó, no quería empeorar las cosas.

Era mejor que pensaran que había sido víctima de un robo. ¿Sino qué les iba a decir? Hola soy un ángel caído, mucho gusto. Una mentira piadosa fue la que entonces dejó pasar al no intervenir.

-¿Y de qué trabajas?- preguntó por primera vez la deleita dulces, liberándose de algo que parecía tener ganas de decir desde ya hace rato.

-¿Eres modelo profesional? ¿Para qué agencia trabajas?- volvió a preguntar con el mismo tono.

Haniel abrumado por las preguntas que no sabía cómo responder, solo hizo un gesto de confusión. Era como un espejo, se podía descifrar que le ocurría con tan solo mirarlo. En la cara se le podía apreciar cuán perdido estaba, literalmente. Y al parecer lo notaron ya que la mujer salvándolo intervino.

-Ya basta, está confundido, no lo recuerda ¿no lo ven?- dijo y todos bajaron la vista.

-¿Qué es un modelo?- preguntó desconociendo lo obvio que ha de ser ya que lo miraban con los ojos de par en par.

-¿Es posible que tenga amnesia?- dijo y todos pusieron su atención en él-¿Tienes amnesia?- preguntó ahora dirigiéndose a Haniel recobrando nuevamente la atención y enseguida se retractó- ¿Cómo alguien con amnesia sabe que tiene amnesia?- dijo y quedó al aire ya que todos quedaron pensativos por unos instantes.

- Es obvio, no lo recordaría- dijo de pronto concluyendo y girando la cabeza con la mano en el puente de la nariz. Respondiéndose a sí mismo.

Las mujeres se comenzaron a reír a carcajadas y ahora eran dos los confundidos.

Mirándose a los ojos y luego a ellas, unas dos veces lo repitieron. Y parecía que les divertía lo que hacían ya que elevaron las carcajadas hasta tal punto que parecían que iban a reventar.

Los humanos tienen muchos cambios de ser, un momento tienen una expresión y al momento cambian a otra y así un ciclo interminable, pensó haciendo una nota mental.

Se llama bipolaridad Haniel.

-JAJAJA Sí síganse riendo- dijo en tono burlón- Soy Julio, mucho gusto- dijo presentándose y estirando la mano.

-Estaba comenzando a pensar que los humanos no tenían nombres, mucho gusto- miró la mano, dudó en qué hacer pero finalmente elevó la mano, y Julio la estrechó. Es un saludo, pensó y sonrió al descifrarlo.

-Humanos- afirmó- ¿Qué eres un Dios griego que vino del Olimpo?- Haniel iba contestar que no pero lo interrumpió- que gracioso eres, tu sí que tienes sentido del humor- y se ríe efusivamente.

Haniel se rió por primera vez y confirmó su teoría.

Sí, los humanos son bipolares. ¡Y tú por los caminos que vas también serás uno de ellos en menos de lo que esperas!

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He aquí el segundo capítulo!!♡♡ *aplausos y silbidos* gracias, gracias...

Espero y les haya gustado,  recuerden dejar su comentario y estrellita. Love u!

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⏰ Última actualización: May 13, 2017 ⏰

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