En la primera versión Hannah Baker no moría.
Su creador Jay Asher, autor del libro en el que está basada esta serie, dijo que en la primera versión de la novela, Hannah iba a sobrevivir. Hannah intentaba suicidarse con pastillas y sus padres la encontraban a tiempo. Asher reveló que después de pensarlo bien, cambió su decisión: "Me gustaba la idea de 'hemos aprendido algo de esto y todavía hay una segunda oportunidad', una vez recuperada, Hannah debía volver a su escuela y dicho trance no iba ser sencillo porque tendría que lidiar nuevamente con los adolescentes que representaron cada una de sus 'razones'"
Y agregó: "Por la seriedad del tema, nos dimos cuenta de que no podíamos ir allí. No importa que hubiese oportunidades para ella. Esas oportunidades no estarán allí si hacía esto. Me di cuenta de que el mensaje de la historia sería más fuerte y que definitivamente sería más que una historia de advertencia, sentí que
definitivamente era el camino a seguir."