*Narra Sagitario*
Lágrimas, tras lágrimas caían a medida que veía la foto que Escorpio subió de Leo y Tauro.
Si no hubiera sido tan estúpida de seguro que ahora mismo estaríamos riéndo ambas sentadas en mi sillón mientras comemos golosinas y vemos una serie de netflix.
Pero no, yo fuí la estúpida que se enojó con ella porque me mintió, sé que yo tengo la razón, pero aún así , antes de enojarme y tirárle toda la mierda a su nueva relación con Leo, fue muy inmaduro de mi parte no conversarlo con ella desde un principio e ignorar todas sus llamadas y mensajes, pero soy muy orgullosa como para pedirle perdón.
Escuché cómo llamaban a mi puerta. La verdad es que no tengo ánimos como para hablar con nadie.
-"Sagi, sé que estás ahí, soy yo Virgo, ábreme"-
Solté un suspiro de frustración y me levanté perezosamente de la silla, secándome algunas lágrimas con las palmas de mi mano.
-"Gracias a Dios, hace un frío tremendo acá afuera y juro que moriría de hipotermia si no me abrías pron..."-
No deje que terminara de hablar y me dí media vuelta con más lágrimas acumulándose en mis ojos. Me senté en el sillón a la espera de que Virgo hiciera lo mismo. Traté en vano ocultar las lágrimas que caían.
-"¿Qué sucede?"- dijo en un tono suave y se sentó en la otra punta del sillón.
Suspiré para aclarar mi garganta y así poder contarle lo que pasaba. No me importaba que fuera mi molesto vecino, lo único que necesito ahora es a alguien que me escuche.
-"Tauro...Soy una estúpida"- dije y me dí vuelta para mirarlo con mis ojos empapados con agua.
No me dejó seguir hablando y me abrazó. Su fría chaqueta de cuero hizo contacto con mi piel haciendo que ésta pusiera de gallina, pues su chaqueta estaba húmeda, por la neblina que cae en la noche, y yo sólo estaba con una polera de tirantes.
Lloré en su hombro, lo necesitaba. Subí mis piernas sobre las suyas para estar más cómoda y para que el calor subiera un poco.
-"¿Me contarás que es lo que ocurre?"- yo asentí levemente.
-"Ese día en el que salió Tauro con Leo era el aniversario 7 de la muerte de mi padre. Cuándo mi padre falleció yo tenía 10 años, ese día a Tauro le regalaron un juego de tazas en el nosotras jugabámos a tomar el té. Yo en ese entonces estaba muy triste por saber que ya no vería la grande silueta de mi papá pasar por la puerta, ni sus brazos alrededor mío diciéndo que me había extrañado un montón, por lo que Tauro me prometió que cada año en ese día, nosotras íbamos a pasar el día tomándo té y comiéndo galletas hechas por su mamá. En ese entonces nosotras éramos pequeñas pero, aún así esa promesa nunca se había roto hasta hace unos días atrás. Tauro me dijo que tenía que ir a ver a su abuela que estaba muy enferma, yo comprendí eso, pues sabía cuánto ella quería a su abuela así que le dije que podíamos hacer una excepción por este año, pero luego veo la foto de Leo y....simplemente me dolió, primero que me mintiera y segundo que supiera cuán importante y triste era ese día para mí, pero aún así no le importó y se fué con alguien que no es seguro que sigan juntos toda la vida"-
-"No eres estúpida, estuvo bien que te hayas enojado, ella es la que tiene que pedir perdón"- dijo Virgo mirándome con ojos comprensivos y frotándo su mano en mi espalda para calmarme.
-"Lo sé, pero aún así ignoré todas sus llamadas y mensajes, entiendo que se haya cansado, soy una antipática"- dije cubriéndo mi rostro con mis manos. Virgo sólo me abrazó nuevamente.
-"Woah, ¿Qué está pasando aquí?"- dijo Aries parada en el umbral de la habitación, mirándonos con ojos y sonrisa burlona, pero luego cambió de cara a una de preocupación al notar mi aspecto.
-"¿Qué pasó?"- dijo acercándose. Se puso de cunclillas frente mío y posó su mano en mi rodilla. Mientras yo seguía en la misma posición de antes, con mis piernas encima de las de Virgo, le expliqué lo que pasaba.
-"¿Qué dices si te sacas el pijama, te arreglas un poco y salimos a caminar para que despejes un poco tu mente?"- dijo sonriéndome tiernamente
-"Libra, Acuario y Géminis nos esperan afuera"- agregó al ver que no contestaba. Asentí con la cabeza y me dirigí hacia mi cuarto.
Después de todo me vendría bien una ligera caminata para pensar un poco las cosas.