MOMENTO - CAPITULO 1

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Caminaba por la oscura carretera, solo se escuchaban sus pasos, llevaba la cara tapada, todo era oscuro, aunque sin miradas al cielo se podía contemplar miles de estrellas y las siluetas de los altos árboles. De pronto detuvo sus pasos y quedó mirando al suelo, desde la oscuridad de los arboles salieron tres hombres y presentía que venían con malas intenciones.

- Oye, ¿qué haces caminando a estas horas? – Preguntó uno de ellos.

El joven no respondió.

- ¡Te estoy hablando! ¡Respóndeme! – Gritó uno de ellos.

El joven siguió en silencio mirando al suelo aunque aquellos hombres no podían verle el rostro.

- Ya me aburrí, ¡dame tu chaqueta! – Ordenó uno de los hombres.

Pareció que el joven no se movió, los tres hombres cayeron al suelo y él siguió caminando. Los hombres que habían salido desde aquellos arboles quedaron tirados inconscientes producto del golpe que les dio el joven misterioso, un golpe tan rápido como un parpadeo y que ninguno de los hombres alcanzó a ver.

Siguió caminando por la carretera, acompañado solo por la oscuridad, pero llegó a un punto del camino que entró en el bosque, se quedó bajo un árbol esperando el amanecer.

Para que puedan entender quién era este joven, por qué andaba en la carretera a esas horas de la noche y por qué se adentró en el bosque, primero debemos contar su historia.

Carlos era un niño de doce años que pasaba todo el tiempo después de clases encerrado en su habitación, sin importar que vivía en un lugar que tenía un hermoso paisaje, lleno de árboles, era más rural que urbano y no a mucha distancia había un inmenso y precioso bosque.

Un día Carlos estaba en su habitación, dibujando como era de costumbre cuando de la parte baja de la casa escucha la voz de su madre.

- ¡Carlos, baja un momento! –

Al escuchar la orden de su madre bajó las escaleras con muy mal humor pero cuando ya alcanzaba la mitad de estas vio a una niña en la entrada de su casa. Ella tenía cara de ángel, con un largo cabello rubio, junto a ella la acompañaba un hombre y una mujer.

- Ven a saludar a los nuevos vecinos – Le ordenó su madre.

- Hola, mi nombre es Josefa – Saludó la niña, Carlos hizo lo mismo con ella y con los adultos que resultaron ser sus padres.

- ¿Por qué no pasan a tomar algo y dejamos que Carlos le enseñe el lugar a Josefa? – Propuso la madre de Carlos.

Los padres de la niña asintieron, entraron al domicilio y Carlos junto a Josefa fueron a caminar aunque él no tenía intención de salir y menos con una niña a la cual no conocía.

- ¿Qué hay de entretenido en este lugar? – Preguntó Josefa.

- Nada, por eso yo prefiero estar en mi habitación – Contestó Carlos.

- Mi madre me dijo que había un bosque cerca de aquí, ¿es verdad? – Carlos la miro por un segundo y antes de que ella se percatara volvió su mirada al suelo.

- Si, pero no es interesante –

- ¿Vamos? – Preguntó entusiasmada la niña.

- No – Respondió el con un tono seco y frio.

Fueron tantas las insistencias de la niña que Carlos tuvo más remedio que acceder e ir al bosque. Caminaban y miraban los árboles que habían en el lugar, luego de una hora llegaron a un rio donde se podía contemplar las violentas corrientes que arrastraba y desde la rama de un árbol colgaba una soga.

MOMENTOWhere stories live. Discover now