Capítulo único

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La amnesia disociativa es un trastorno caracterizado por una fuerte pérdida de memoria, que puede abarcar desde minutos hasta décadas de su vida. Ésta tiene lugar como resultado de una experiencia extremadamente estresante, como ocurre en aquellas situaciones en la que se es testigo de algún acontecimiento impactante, como el asesinato de un familiar cercano.

"El lobo feroz siempre será el malo, si sólo escuchamos la versión de Caperucita".

~❆~


El crudo invierno había llegado a Beacon Hills, con la nieve cayendo abundantemente y acompañada de una fuerte ventisca. En un día como aquel todos querían quedarse en casa, excepto un castaño niño de capucha roja, quien se adentraba en el bosque.

Stiles se dio cuenta tarde de que había escogido el peor día para escapar de su hogar, pues su delgada sudadera no abrigaba lo suficiente y, al estar los almacenes cerrados, no pudo llevar en su mochila más que un sándwich improvisado. Acomodó la correa sobre su hombro, convencido de no dar marcha atrás y siguió caminando con la esperanza de hallar alguna cueva como refugio, pero la nieve bajo él le impidió ver una madriguera por la que su pie pasó de largo, provocando una brusca caída y una dolorosa torcedura.

Gimiendo de dolor, sacó su pie y se volteó para recostarse sobre su espalda en la nieve, y con los brazos extendidos y mirada soñolienta miró el vaho saliendo de su boca, los copos cayendo sobre él y los altos árboles que lo rodeaban. Pensó que, tal vez, podía dormir unas horas y despertar sin dolor más tarde, y al cabo de unos segundos su vista se volvió completamente borrosa.

Más tarde unas pisadas lo obligaron a despertar sobresaltado, dándose cuenta de que en verdad se había quedado dormido, pero aunque sus músculos dolían, al menos la nieve ya no caía y el viento no lo empujaba.

Las pisadas se oyeron de nuevo y el sueño se le espantó en un santiamén cuando notó que eran de un animal cada vez más cercano. Involuntariamente encogió los hombros y los vellos se le erizaron del susto, rodó lentamente hasta quedar sobre su estómago y agradeció estar oculto entre arbustos.  

Se asomó entre las ramas y se quedó helado —más de lo que ya estaba— cuando, a unos cuantos metros, visualizó una enorme figura negruzca.

«Un lobo...» pensó.

Se suponía que ya no quedaban en Beacon Hills, pero ahí estaba, grande e imponente, avanzando a paso lento y notablemente distraído. Stiles estaba dispuesto a quedarse en su lugar y esperar que el animal se marchara, no quería ser comido en su primer día como desertor, gracias. No obstante, y por si fuera poco el asombro que ya lo invadía, aquella figura se distorsionó unos segundos hasta transformarse completamente en humano.

El apuesto hombre —y por cierto, desnudo— avanzó hasta una cueva y desapareció dentro de ella. Stiles se dio una colleja mentalmente por no haberla visto antes, pero con la tormenta habría sido casi imposible. Encogiéndose de hombros e ignorando el peligro, el castaño se apresuró como pudo para entrar también, pero se detuvo al ser recibido por unos brillantes ojos dorados desde la oscuridad.

Tragó saliva e inhaló profundamente, dándose valor.

—Hola —tartamudeó—. Siento molestar, pero tengo frío.

Recibió un bajo gruñido como advertencia, mas no se rindió.

—No te molestaré, lo juro. Es decir, soy muy inquieto, no lo niego, tengo TDAH, ¿sabes qué es el TDAH? Te pregunto porque yo no lo sabía. De hecho, mis padres demoraron mucho en explicarme, pues no lo entendía. Papá perdía la paciencia rápidamente, pero mamá lo repetía y repetía de distintas maneras. De todos modos ella ya no está, murió por una enfermedad, esa es la razón por la que...

Después de Caperucita | SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora