chapter two; middleY Jungkook apagó la cámara tan rápido como Taehyung le dijo que quería tener una charla privada con él.
Había pasado una semana desde lo ocurrido entre los dos chicos. Taehyung había estado esperando alguna señal que indicara que Jungkook sabía lo que pasó, pero lo único que había recibido por parte del menor era ignorancia. De hecho, Jungkook había estado intentando evitarlo durante toda esa semana, por lo que Taehyung no tuvo oportunidad de hablar con él hasta que estuvieron juntos en su habitación cuando el menor hacía un VLive.
Jimin los dejó solos para que pudieran tener esa charla privada. Taehyung se sentó en la cama de Jungkook mientras éste terminaba el directo y apagaba el ordenador. El mayor de los dos estaba nervioso. Durante los días anteriores se había preparado diversas formas de explicarle a Jungkook lo que pasó, pero ahora mismo estaba en blanco. Y cuando el menor se dirigió hacia él y se sentó a su lado, su mente se vació por completo y lo único que era capaz de oír era su corazón acelerándose. Y se preguntaba si Jungkook sentía lo mismo.
— ¿De qué quieres hablar? — Preguntó el pelinegro a su hyung, pero Taehyung no respondió. No era capaz de buscar las palabras correctas para decírselo.— ¿Hyung? — Lo llamó preocupado.
— El día d-de la discoteca...nosotr--
— Lo sé.— Lo cortó de inmediato.
— ¿Qué? — Taehyung estaba más que confuso, aunque por una parte se sentía aliviado, así no tendría que explicárselo.
— Jimin me lo dijo.
— ¿Pero él como lo sabe?
— No quiso decírmelo, Tae.— Habló un poco decepcionado.— Tú lo recuerdas, ¿verdad? — Miró al mayor, quien asintió cabizbajo.— Yo también quiero recordarlo...pero no puedo.
Taehyung levantó su vista y miró fijamente a Jungkook, que le miraba con tristeza, y Tae no entendía bien el por qué.
¿Es que acaso Jungkook sentía algo por él?
— Hyung, ¿podrías besarme otra vez? — Preguntó inocentemente mientras sus mejillas se volvían de un color rosado.— Por favor...
— N-no puedo.— Dijo Taehyung aún sabiendo que lo que más quería era besarle de nuevo, pero su inseguridad se lo impedía.
¿Qué pasaría si después de ese beso del cual Jungkook sería consciente, se da cuenta de que Taehyung solo es un amigo para él?
Eso, sin duda, le rompería el corazón.
— Taehyung, por favor.— Le miró suplicante, pero el castaño seguía negándose.— Lo hiciste una vez, ¿por qué no?
— ¡Porque no, Jungkook! Estabas ebrio y sabía que no lo recordarías, por eso lo hice y por eso no puedo hacerlo ahora.— Contestó molesto.
— ¿Y no crees que tengo derecho a saber cómo es besarte? ¿No crees que merezco sentir lo mismo que sentiste tú?
— ¿Y qué pasa si luego no sientes lo mismo?
El tono de Taehyung era ideal para una discusión, y si Jungkook seguía insistiendo eso es lo que acabarían teniendo. Pero Jungkook no iba a cansarse hasta conseguir recordar a qué sabían los labios de Taehyung. Y Taehyung seguía sin percatarse de lo mucho que Jungkook quería eso.
— ¿Es que no te das cuenta? — Suspiró amargamente el menor.— Te estoy rogando que me beses. ¿Cómo puedes ser tan idiota y no darte cuenta de que estoy enamorado de ti?
Y el silencio inundó cada rincón de la habitación, envolviendo a ambos chicos en una incomodidad bastante notoria.
Un suspiro de parte de Jungkook.
Y eso fue suficiente para que Taehyung se lanzara sobre sus labios.
Sin previo aviso, el mayor tomó el rostro de Jungkook entre sus manos y unió sus labios en un beso tierno y sincero, queriendo así demostrarle que no hay nadie más en este mundo a quien se atrevería besar. Jungkook tardó tan solo unos segundos en seguirle el beso, soltando un leve gemido cuando Taehyung mordió su labio inferior para abrir más su boca e introducir su lengua. Todo era tan perfecto como la primera vez, y es que sus bocas juntas eran capaces de crear la melodía más hermosa. Una melodía en la que los únicos cómplices son ellos dos, los únicos que pueden oírla, los únicos que pueden sentirla.
Tras unos minutos el aire empezó a faltarles, así que se separaron muy lentamente, anhelando el tacto fino de los labios ajenos. Se miraron durante unos segundos, comprobando por el brillo de sus ojos que estaban completamente enamorados.
— ¿Por qué nunca me lo dijiste? — Preguntó el pelinegro una vez se separaron del todo.
— Creía que...quizás no estabas preparado aún.— Admitió.
— ¿Preparado para qué?
— Para saber que hay alguien enamorado de ti, y que además de ser un chico, es tu amigo. No quería perderte, Jungkook.
— No me vas a perder, ¿no lo ves? — Habló Jungkook molesto.
— ¿Y eso cómo iba a saberlo yo? — Preguntó siendo obvio el mayor.
— Pues diciéndomelo, idiota.
— Es más complicado de lo que parece.
— No, no lo es. Tú lo complicas.
Sus palabras volvían a ser desafiantes. Taehyung estaba cansándose de que Jungkook no lo entendiera, y Jungkook estaba hartándose de que lo tratara de inmaduro.
— Tú mismo lo haces más difícil, Taehyung. Si me lo hubieras dicho antes, quizás todo hubiera sido más fácil.
— ¿Y por qué no me lo dijiste tú, eh? ¿No que era tan fácil? — Dijo Taehyung alzando la voz.
Jungkook se quedó callado, pues en ese momento se dio cuenta de que Taehyung no era el único que tenía miedo a confesarse, sino que él también era cobarde por no hacerlo, y no podía echarle en cara a Taehyung algo que él tampoco hizo.
— ¿Ves por qué creía que no estabas preparado? Precisamente por esto.— Y tras esa frase, Taehyung se marchó de la habitación, dando un portazo y dejando a Jungkook solo con sus pensamientos, cuestionándose qué había hecho mal y qué podía hacer para solucionarlo. Cuestionándose qué podía hacer para demostrarle que era suficientemente maduro para estar con él y acatar las consecuencias. Cuestionándose qué podía hacer para no perder a Taehyung.
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𝗣𝗿𝗶𝘃𝗮𝗰𝗶𝘁𝘆 → 𝑉𝐾𝑜𝑜𝑘 [pausada]
FanficY con tan solo un roce habían descubierto la droga más adictiva de todas. • taekook. • yaoi. • tres capítulos. • historia corta. • basada en hechos reales.